La pandemia del Covid-19 provocó que centenares de pacientes renales en lista de espera para trasplante perdieran la vida, agudizaran su problema o incluso se perdieran en su tratamiento debido a que en los hospitales de Aguascalientes se detuvieron los programas de donación de órganos para esos procedimientos especializados.
Trasplantólogos, nefrólogos y médicos tanto del Hospital Hidalgo como del Instituto Mexicano del Seguro Social coincidieron en señalar que las reconversiones y las restricciones en los hospitales alteraron por completo la estrategia de los trasplantes de riñón, al grado de que incluso por mucho tiempo dejaron de realizarse los mismos por el cierre de los quirófanos, pero también porque los programas de donación fueron detenidos durante lo más peligroso de la pandemia.
El resultado fue que decenas y decenas de personas en lista de espera y muchas de las cuales inclusive ya estaban preparadas en todo lo que se requiere para este tipo de trasplantes, lamentablemente se perdieran y en el peor de los casos terminaran falleciendo en espera del procedimiento sustitutivo para mejorar su salud y calidad de vida.
Se explicó que tan sólo en el Hospital Hidalgo, que es una de las instituciones del país con mayor actividad trasplantadora, la lista de espera se redujo a cuando mucho 130 pacientes, cuando antes de la pandemia el listado estaba conformado por más de 300 personas de todas las edades.
“Así como por la pandemia se terminaron perdiendo pacientes que dejaron de recibir tratamiento y seguimiento a su caso particular, hubo muchos otros que desafortunadamente murieron porque no se les pudo trasplantar a causa de las medidas que se implementaron (cierre de quirófanos) en el hospital y la suspensión del programa”, mencionaron los especialistas.
Se destacó que si bien es cierto que los trasplantes de riñón para pacientes renales que cuentan con un donador vivo se han reactivado razonablemente bien en el Hospital Hidalgo, sin embargo está claro que la pandemia terminó por complicar mucho el avance de los trasplantes, especialmente en aquellos pacientes que esperan el riñón de una persona que fallece y esto se debe a que los programas de donación fueron detenidos durante lo más delicado de la contingencia sanitaria provocada por la aparición del Covid-19.
Por lo que se refiere al IMSS, cuyos pacientes a trasplantar son canalizados a sus hospitales de tercer nivel, los médicos señalaron que si bien no se suspendió del todo la consulta y los servicios de seguimiento a los enfermos renales, sin embargo se alteró la atención puesto que igual se cerraron los quirófanos y se restringió la consulta, por lo que muchos enfermos se descuidaron y complicaron su estado de salud por no llevar sus tratamientos farmacológicos en la forma indicada por muchos factores.