El cierre de las salas operatorias del Hospital Hidalgo y en los demás nosocomios a causa de la pandemia provocó la muerte de cientos de personas que necesitaban intervenciones quirúrgicas de diferente tipo y un enorme rezago en materia de trasplantes renales, pues desde hace más de dos años se tiene un padrón creciente de más de 170 pacientes en lista de espera para trasplante y los cuales apenas comenzaron a ser reprogramados para su procedimiento de alta especialidad.
“Muchas personas fallecieron no por la pandemia, sino porque no se les pudo intervenir en los quirófanos porque las salas permanecieron cerradas, además de que para los pacientes renales la prolongación del trasplante resultó todo un calvario e inclusive algunos lamentablemente murieron no tanto por falta de donador o del riñón que necesitaban, sino porque se suspendió la actividad en las salas operatorias”, mencionaron familiares de pacientes en esa circunstancia.
A su vez y tras deslindarse de ese problema generado por las medidas que se tomaron a causa de la pandemia y que impactó en la salud y en la vida de personas que necesitaban de alguna cirugía, incluyendo los trasplantes renales, personal médico y de enfermería de la centenaria institución reconoció que “la pandemia nos perjudicó a todos y no sólo en la salud o en el trabajo, pues sí hubo vidas que lamentablemente se perdieron porque a los enfermos no se les pudo operar o porque se difirieron los trasplantes renales”.
Empero, se aseguró que esta situación se superará de manera gradual debido a que desde principios del mes fueron reabiertos y puestos en servicio los quirófanos, con lo que se reanudó la actividad trasplantadora, que es uno de los programas más importantes y con mejores resultados que desarrolla el Hospital Hidalgo.
En cuanto comenzó a ceder la variante Ómicron se reanudó la actividad en los quirófanos y de manera particular empezó a atenderse el rezago que se trae en materia de trasplantes, pues se sabe de una lista de alrededor de 170 pacientes que están en espera para trasplante de donante fallecido y al menos medio centenar más que ya tienen no sólo donante vivo sino que ya tienen el protocolo completado para ser trasplantado y que serán a los que se les atenderá de manera prioritaria.
El personal de quirófanos explicó que se espera reanudar la productividad normal en cuanto a trasplantes renales, pues incluso están planeados tres procedimientos por semana en lugar de uno, a fin de mover más rápido a los pacientes que están en espera y preparados para el trasplante que les permita mejorar su salud y calidad de vida.