El Gobierno de Ciudad de México anunció este jueves que dispone de 2.300 policías femeninas para vigilar la marcha del 8 de marzo (8M), Día Internacional de la Mujer, en la que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que habrá «infiltrados».
En la capital mexicana, donde la manifestación comenzará cerca de las 15:00 hora local (23:00 GMT) habrá un despliegue de 800 mujeres policías en el recorrido y 1.500 más «pendientes en caso de que se requiriera apoyo», expuso Marcela Figueroa, subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Asimismo, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) designó 10 ambulancias, 10 motoambulancias y 85 paramédicos, detalló la funcionaria capitalina en una conferencia de prensa.
Además, 500 funcionarias de otras dependencias conformarán el ‘Mecanismo de derechos humanos’, cuya función es de «diálogo» y de «estar posibilitando que todo marche adecuadamente», agregó Ricardo Ruiz Suárez, el secretario de Gobierno de Ciudad de México.
El secretario afirmó que se han reunido con la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México y organizaciones civiles como Amnistía Internacional (AI), Marabunta y Serapaz para evitar incidentes durante la manifestación.
El jefe de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, aseveró que «el objetivo fundamental es garantizar que las mujeres que se van a manifestar ejerzan plenamente su derecho».
El operativo se anunció horas después de que López Obrador justificó que el Gobierno haya colocado vallas metálicas a lo largo del centro histórico de Ciudad de México y alrededor del Palacio Nacional, donde él vive y trabaja, ante el riesgo de vandalismo.
«Es un movimiento de lo más justo, que tiene que ver con la lucha por la igualdad de las mujeres, pero se infiltran y llegan algunas mujeres, y también hombres encapuchados, a tirar piedras, con sopletes, con marros, a destruir», acusó el presidente en su conferencia matutina.
Agrupaciones feministas, que han criticado a López Obrador por minimizar la violencia machista, han denunciado en marchas anteriores que la policía las reprime y «encapsula» para evitar su avance.
La marcha del 8M en México cobra relevancia porque, además de la violencia machista, con más de 10 mujeres asesinadas al día, el país se encamina a votar por su primera mujer presidenta en las elecciones del 2 junio, en las que las principales candidatas son la oficialista, Claudia Sheinbaum, y la opositora Xóchitl Gálvez.