México, 20 may (EFE).- Ciudad de México, el foco rojo de la pandemia de COVID-19 en el país con casi 1.500 fallecidos y más de 15.000 contagios, prevé iniciar su propio plan gradual de reapertura económica y social el 15 de junio, aunque su puesta en marcha dependerá del grado de ocupación hospitalaria.
En conferencia de prensa, la jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, presentó este miércoles el «plan gradual hacia la nueva normalidad», basado en un semáforo de cuatro colores que determinará el grado de reapertura de la urbe.
«La ciudad estará en semáforo rojo por lo menos hasta el 15 de junio», explicó la alcaldesa, quien detalló que el color de dicho semáforo dependerá de la ocupación hospitalaria en la capital.
El semáforo rojo, que estará vigente mientras estén ocupadas más del 65 % de las camas en hospitales, mantendrá el veto de las actividades económicas no esenciales como se ha hecho hasta ahora.
Sin embargo, en sintonía con la petición del Gobierno federal, la capital incluirá desde el 1 de junio dentro de las actividades esenciales la minería, la construcción, la industria automotriz y la fabricación de cerveza para que puedan reabrir.
El semáforo naranja se aplicaría a mitades de junio si la ciudad logra una ocupación hospitalaria menor al 65 % tras encadenar dos semanas de reducción de las hospitalizaciones.
Este semáforo permitirá la apertura de restaurantes, hoteles y servicios religiosos con un aforo del 30 % y de cines y teatros con un aforo del 50 %.
Si entre julio y agosto, estimó, se logra reducir la ocupación hospitalaria a menos de un 50 %, se activará el semáforo amarillo, que permitirá la reapertura de tiendas departamentales y de oficinas de grandes corporativos.
Mientras que en septiembre, si se logra encadenar un mes con ocupación hospitalaria baja y estable, se reabrirán los bares, los gimnasios y las discotecas.
La alcaldesa también señaló que probablemente las actividades educativas en Ciudad de México inicien en agosto y no en junio como había previsto el Gobierno federal para algunas zonas del país.
«En este momento, estamos en tendencia creciente, por tanto, continuamos en semáforo rojo pero esperamos que en unas semanas, si nos seguimos guardando con sana distancia, podremos comenzar a disminuir la ocupación hospitalaria y entrar en semáforo naranja», explicó Sheinbaum.
Según el último reporte del Gobierno local, en la capital hay 6.320 camas ocupadas, de las cuales 1.473 con ventilador, y la ocupación total de los hospitales que atienden COVID-19 es del 75 %.
Asimismo, la jefa del Gobierno capitalino recordó que en todas las fases deberán mantenerse medidas sanitarias como el lavado frecuente de mano o evitar besos y abrazos hasta que haya una vacuna o medicamento que mitigue la COVID-19.
México ordenó el cerró en abril y mayo de las actividades económicas no esenciales, aunque no concretó sanciones para las empresas que abrieran, y exhortó a la población a quedarse en casa, si bien la cuarentena no ha sido obligatoria para no afectar a los millones de personas que viven del comercio informal.
El Gobierno mexicano anunció para el 1 de junio un plan de gradual de reapertura de actividades sociales y económicos, aunque los 32 estados del país pueden decidir cuándo y cómo aplicarlo en función de su situación sanitaria.
El país acumula 54.346 enfermos confirmados de COVID-19 y 5.666 fallecidos desde el inicio de la pandemia.