México, 16 oct (EFE).- Los ciudadanos deben tener un papel más activo de participación para influir en las políticas públicas de salud y aportar su experiencia para mejorarlas, coincidieron este viernes expertos en el tema.
Durante el panel virtual «Repensando el rol de los ciudadanos en la salud» que se desarrolló durante el último día del Roche Press Day, los especialistas debatieron sobre el papel que debe jugar la población en las decisiones para mejorar los sistemas de salud del mundo y de la región.
Alberto Alemanno, profesor en el Jean Monnet de Ley y Política Europea en HEC París, afirmó que en la región de Latinoamérica, los ciudadanos siguen siendo vistos como si fueran pacientes «y no como actores que pueden aportar en la salud pública».
Sin embargo, reconoció que esto sucede porque en los países latinoamericanos todavía existe poco espacio para poder participar.
«Todavía las políticas públicas en salud son decididas de arriba hacia abajo, sin tomar en cuenta a la ciudadanía», refirió.
En su intervención, Alessandra Durstine, directora de Catalyst Consulting Group LLC, consideró que se necesita no solo una mayor educación de la ciudadanía para lograr esta participación, sino también la educación del personal médico y voluntad política para permitir que el ciudadano se vuelva un actor activo.
«Es importante involucrar a pacientes en las decisiones pero tenemos que involucrar a las instituciones, al sector privado, a los medios. Tiene que involucrarse todo el mundo», consideró.
En tanto, Anja-Alexandra Duenne, jefe de asuntos médicos de Pharma Internacional en Roche, señaló que existe una necesidad de que los sistemas de salud tengan un mejor entendimiento de los ciudadanos para que estos formen parte de esta estructura.
«Hay enfermedades donde pacientes y familias saben más que nosotros como industria y eso les da poder de decisión. Vivimos en un momento diferente, porque antes nosotros imponíamos y ahora son ellos quienes tienen el poder de decisión», apuntó.
Dijo que en Alemania, por ejemplo, hace algunos años los pacientes no tenían ningún tipo de voz pero ahora están involucrados en la agenda pública y están realizando esfuerzos para que sus voces sean escuchadas.
Para Alberto Alemanno, el reto está en empoderar a los ciudadanos, pero explicó que la iniciativa privada debe trabajar con la población para aportarles experiencia y empujar a las nuevas generación de políticos para que la escuchen más.
En tanto, el francés Tomás Pueyo, presidente del área de crecimiento de Course Hero, expresó que la pandemia por coronavirus ha sido una lección para que los ciudadanos empiecen a tomar su papel como influyentes en la toma de decisiones.
«Vimos lo necesario que era forzar a los gobiernos a hacer pruebas, a cerrar fronteras, imponer controles y forzar el confinamiento», señaló.
Expuso la importancia del contacto de los políticos con la ciudadanía y ejemplificó con Reino Unido, que se negó a comunicar desde un principio la necesidad de un confinamiento y tuvo consecuencias en altos casos de contagios y muertes.
En contraste, señaló el caso de Nueva Zelanda, donde la primera ministra aseguró que conseguirían combatir la pandemia «juntos», y esto fue «inspirador para la población». «Creo que los políticos deberían hacer eso», apuntó.
Pueyo señaló que son necesarios sistemas de salud que promuevan que las personas hablen entre sí pues «el conocimiento está con la gente, ellos saben el problema, tienen ideas, datos. Pero el problema es la coordinación», detalló.
En ese sentido, Alberto Alemanno apuntó a la necesidad de crear vínculos entre ciudadanos y parlamentos «pues las pandemias seguirán ocurriendo, vamos a seguir eligiendo gente, pero necesitamos crear un lazo que ahora está ausente», concluyó.