Una verdadera tragedia ocurrió ayer: una jovencita hidrocálida perdió la vida en tierras lejanas tras ser brutalmente noqueada por su rival en el ring.
Varios días duró la agonía de Jeanette Zacarías, una boxeadora que apenas iniciaba su carrera deportiva, misma que terminó de la peor manera. Aunque las luces de alerta estaban encendidas, pues hace apenas 4 meses ya había sufrido una derrota por la misma vía, por lo que se infiere que la jovencita no estaba preparada para este tipo de deporte extremo.
Como sea, ella regresará a su tierra en un ataúd, formando parte de las estadísticas de los deportistas que pierden la vida por diferentes razones, pero que están dispuestos a correr riesgos en el área, porque si destacan seguramente les darán una serie de oportunidades, reconocimientos y, tal vez, holgura económica. En este caso lamentablemente no será así, por lo que sólo resta esperar a que la familia traiga los restos de esta jovencita que en busca de un sueño perdió la vida.
Caso contrario, también en el deporte, México tiene mucho que presumir, ya que la delegación de atletas paralímpicos ha hecho un extraordinario papel en Tokio, pues sin alardear ya llevan su sexta medalla de oro y, de hecho, una nadadora hidrocálida, Fabiola Ramírez, le dio a nuestra nación su primera presea en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Además, México ya hizo historia al superar las 300 medallas logradas a través de los años de estas justas deportivas que reúnen a atletas de alto rendimiento, pero con alguna capacidad diferente.
Estos deportistas, sin prometer, han logrado lo que por diversas razones no pudieron hacer los atletas de alto rendimiento en las recién terminadas Olimpiadas, pues no faltaron los pretextos para justificar el no subir al podio.
Falta de preparación, burocratismo, quejas contra quienes dirigen las riendas del deporte mexicano y hasta grillas entre federaciones limitaron a los atletas mexicanos que no entregaron buenas cuentas en su encomienda, aunque la culpa total no fue de ellos.
Los hombres y mujeres que sí están logrando traerse medallas a nuestro país tienen alguna ‘discapacidad’, por llamarla de alguna manera, pero su mente es más fuerte que su cuerpo y han logrado lo que otros no gracias a su preparación, pero sobre todo a sus ganas de destacar y demostrar que el cuerpo humano es increíble, y que al exigirse más de lo que todos esperarían, los resultados son favorables.
Ayer fue una jornada de claroscuros deportivos, por un lado la alegría y el orgullo de los atletas paralímpicos de ganar medallas en Tokio, y por el otro la profunda tristeza de perder una vida que apenas iniciaba, ya que la joven boxeadora tenía un futuro brillante por delante.