Una confrontación más sacude nuevamente a los habitantes de Aguascalientes, protagonizada, otra vez, por el gobernador del Estado y el dirigente sindical de los maestros.
Martín Orozco, literal, llamó irresponsables a los profesores que no regresen a clases en la fecha anunciada, 7 de junio, a lo que al botepronto respondió el líder sindical: “no somos irresponsables, pero no correremos riesgos”.
Se entienden ambas posturas: la oficial, porque desde hace más de un año los alumnos no han pisado sus escuelas, con las severas consecuencias que tendrán en el futuro, y la de los maestros, pues consideran que hay un alto riesgo para ellos y los estudiantes al no terminarse la pandemia de Covid-19 y, de inicio, otra preocupación para los docentes es que al regresar a clases no tengan los insumos necesarios ni los protocolos de sanidad indispensables.
Además, si asistiendo a clases a diario el vandalismo azota los planteles, imagínese usted después de un año lo afectados que estarán por el abandono y la delincuencia.
Pero parecen no tomar en cuenta la postura de los padres de familia y menos la de los niños, ya que muchos de ellos ya están en edad de comprender las circunstancias.
Esta difícil situación no compete únicamente a los planteles escolares sino a todos los negocios que giran alrededor del tema de la educación, pues no pocos negocios del giro tuvieron que cerrar sus puertas por la repentina baja de clientela, llámese tiendas de uniformes, zapaterías, papelerías, etc.
Los que hicieron su agosto al inicio de la paralización de actividades educativas, fueron los negocios de televisores, computadoras, tabletas, cámaras, celulares y todo lo que tuviera que ver con la tecnología, pues al anunciarse la suspensión de clases presenciales el Gobierno federal tuvo la atinada decisión de acercar la educación a los niños a través de la televisión y de los medios digitales, por lo que los padres de familia con varios niños tuvieron que adquirir nuevos aparatos para proporcionarles a sus hijos las herramientas para que salieran lo menos afectados posible tras esta nueva modalidad.
Pero no todos los paterfamilias tuvieron la oportunidad de acercar los medios necesarios para la educación a distancia, pues muchos perdieron sus fuentes de trabajo y otros tantos vieron disminuidos sus ingresos, así que se tuvieron que adaptar a lo que podían. Las escuelas públicas envían un listado de tareas y los niños tienen que mandar evidencias por WhatsApp, algo que entre paréntesis ya los tiene cansados y aburridos, con ganas de regresar a su escuela, con sus maestros y amigos, lo que podría suceder en breve.
Pero no perdamos de vista lo que ocurre en otras Entidades como Campeche, que fue el primer Estado en regresar a clases presenciales y tuvo que recular porque aumentaron los contagios de coronavirus y cerraron los planteles nuevamente.
En Aguascalientes las condiciones impuestas por la Secretaría de Salud federal para los docentes están dadas y son las tres V: asistencia voluntaria, en verde el semáforo epidemiológico y vacunados los maestros, lo que se cumple a cabalidad, pero de la confrontación a los hechos no hay más que un par de semanas, esperemos a ver qué sucede y que sea lo mejor para todos.