Hasta en un minisúper se detectó por las autoridades sanitarias la venta clandestina de pruebas rápidas para la diagnosticar el contagio del coronavirus.
Este hallazgo obligó a las mismas autoridades de Salud a realizar el aseguramiento de las pruebas y a iniciar una investigación para tratar de dar con la procedencia de las mismas, además que también se realizó la clausura del establecimiento comercial.
El director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías, explicó que se dio con la miscelánea donde se ofrecían en venta las pruebas rápidas, luego que se recibió una denuncia anónima que advertía sobre el problema, por lo que se hizo la visita al negocio para constatar el hecho y proceder al aseguramiento inmediato de las pruebas que posiblemente fueron sustraídas de manera ilícita de algún laboratorio, pues se supone que se tiene un control sobre las mismas.
Dichas pruebas fueron aseguradas y resguardadas por la autoridad sanitaria, además el establecimiento fue suspendido de manera temporal, en tanto se le da seguimiento al caso y al proceso administrativo que se realiza ante este tipo de irregularidades.
El funcionario explicó que la venta de este tipo de pruebas está regulada estrictamente por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), por lo que comprar productos que no cuentan con las autorizaciones correspondientes podría representar una estafa.
Pidió a la población denunciar cualquier otro punto de venta de pruebas rápidas, más aún si se trata de establecimientos que nada tienen que ver con la dispensación de insumos para la salud y que su principal actividad sea la venta de abarrotes.