Colima (México), 16 mar (EFE).- Colima es el cuarto estado más pequeño de México y el menos poblado, pero aporta la mayor biodiversidad de fauna y flora en sus nueve ecosistemas con más de 6.000 especies diferentes.
En una hora de trayecto se puede pasar de estar bajo un guayacán de la costa a un roble de las montañas con las aves como la principal riqueza en un territorio de tráfico de especies que utilizan Colima, en el occidente del país, como lugar de paso.
DIVERSIDAD DE AVES MIGRATORIAS
Desde el primer instante que se pone un pie en Colima, da igual sea en sus playas o en las cercanías del volcán, el sonido del canto de los pájaros acompaña al viajero.
«De noviembre a marzo hay un mayor número de especies en Colima, pues las que provienen de Norteamérica se suman a las 300 especies residentes con un total de 500 especies diferentes. La mitad de las que tiene México», explica Luis Casado, quien dirige Bird Watching Club.
Esta organización forma parte de una red internacional de conteo y observación que acumula estadísticas para el conocimiento de la naturaleza y su comportamiento frente al cambio climático.
«Colima tiene lugares excepcionales para la observación de aves, desde el norte de la misma ciudad de Colima, con alturas de hasta 2.000 metros, hasta la reserva de la biosfera de la Sierra de Manantlán, donde hay una cantidad impresionantes de especies, o en los humedales del sur. Las playas del estado, los ríos que atraviesan ciudades y naturaleza de Colima son fuentes de una gran biodiversidad», afirma Casado mientras toma fotos en el Parque de La Campana.
PROTECCIÓN DEL MEDIOAMBIENTE
Esta es una zona arqueológica con seis hectáreas de estructuras y monumentos prehispánicos que se remontan al 3500 a.C, paralelos a la cultura olmeca.
«En el Gobierno del estado hemos demostrado nuestro respeto al medioambiente, por ello adquirimos el predio en donde desarrollamos el Parque La Campana, que es un pulmón natural en plena ciudad», cuenta a Efe José Ignacio Peralta Sánchez, gobernador de Colima.
Desde el Gobierno se es consciente del potencial de su riqueza en fauna y en aves en concreto. Por eso abordaron el deterioro de uno de los principales puntos de paso en México de aves migratorias: La Laguna del Valle de las Garzas.
«Hicimos las gestiones federales que permitieron el rescate de la Laguna Del Valle de las Garzas, un espejo de agua único en su tipo a nivel nacional», asegura el gobernador.
La crisis climática ha modificado las rutas migratorias de las aves provenientes de Norteamérica. Ahora en Colima se pueden ver especies que hasta ahora iban al sureste de México, engrosando la diversidad de fauna de este pequeño estado escondido entre los estados de Jalisco y Michoacán, con el océano Pacífico de fondo.
Además de aves, Colima cuenta con la tercera parte de reptiles y anfibios de México, y es el número uno en población de murciélagos.
Para que sus atractivos turísticos no se vean afectados por esta actividad económica se adoptan políticas públicas orientadas a la sustentabilidad.
Álvaro Martínez, asesor de políticas ambientales de Colima, asegura que «es importante entender el lugar que se visita, conocer los elementos bióticos, abióticos, sociales y políticos para que en base a ello se pueda generar una política de turismo sustentable».
COMBATE AL TRÁFICO DE ESPECIES
El puerto de Manzanillo en Colima es uno de los principales del Pacífico americano y un punto clave en el control del tráfico ilegal de especies, incluido aves, otro de los retos del ambientalismo porque se ha detectado en Jalisco y Michoacán una penetración fuerte de especies silvestres en conjunto con el crimen organizado.
En Colima, por el tamaño de su territorio, se combate más fácil este fenómeno, además se han hecho decomisos importantes en Manzanillo que iban rumbo a China y Europa.
El crecimiento de viajeros atraídos por la riqueza de especies de pájaros no cesa de crecer en Colima.
«Observando, aves, mamíferos, reptiles, insectos, árboles da un gran conocimiento y te enseña a tolerar, a tener paciencia y sigilo, pero sobre todo el conocimiento de nuestras especies», relata Luis Casado.
«No se necesita ser un experto para desarrollar esta actividad de tanta importancia para el cuidado de la rica naturaleza de Colima y el mundo», concluye el gobernador.