Guadalajara (México), 23 May (EFE).- Pequeños y medianos empresarios protestaron este sábado para exigir al gobierno estatal de Jalisco, en el occidente de México, el fin de las medidas de confinamiento y cierre de negocios diseñadas para evitar los contagios de COVID-19.
Con carteles con leyendas como «¡Queremos trabajar!» y «¡El gobierno está para cuidar al pueblo!», dueños de gimnasios, escuelas deportivas, estéticas y otros trabajadores pidieron al gobernador Enrique Alfaro la reapertura de sus negocios casi en quiebra.
En la multitud estaba Alejandro Cárdenas, dueño de una escuela de taekwondo que contó a Efe que muchas de las academias están al límite en sus finanzas y otras más están a punto de cerrar por el aislamiento obligatorio.
«La preocupación que tienen todas las escuelas de tener más de dos meses sin abrir, sin estar operando y obviamente los servicios y los gastos siguen corriendo, es lamentable ver compañeros con más de 20 años (de trabajo) tener que cerrar sus negocios», expresó.
La protesta sucedió aunque México está en la fase más crítica del brote del coronavirus, al registrar un incremento récord este sábado, al sumar 3.059 nuevos casos de COVID-19 para totalizar 65.856.
Además, superó las 7.000 muertes para totalizar 7.179.
Antes de que el Gobierno mexicano implementara el 30 de marzo la emergencia sanitaria, Jalisco fue uno de los primeros estados en tomar medidas para contener los contagios por COVID-19, con aislamiento social obligatorio y cierre de negocios no esenciales.
Tras 68 días de aislamiento, la entidad con más de 8 millones de habitantes rebasó el centenar de defunciones y 1.594 casos confirmados de contagio del nuevo coronavirus, de los que solo 1.132 figuran en el reporte diario del Gobierno federal.
Por otro lado, tan solo en abril, la entidad perdió 25.566 empleos permanentes y 12.579 eventuales, de acuerdo con cifras del gobierno estatal.
La administración local ha proyectado un plan de reactivación económica para abrir de manera paulatina los negocios que cumplan con protocolos sanitarios y de distancia física.
El proyecto, que se extenderían hasta septiembre, define las fases para que diversos giros comerciales puedan abrir.
Sin distancia física y sin cubrebocas, los manifestantes afirmaron que el Gobierno mexicano ha «manipulado la pandemia» para obligarlos a estar en sus casas, lo que ha «paralizado» la economía de los ciudadanos.
Por ello, reclamaron al gobernador que les devuelva «el derecho a trabajar» y a que los comerciantes puedan sobreponerse a los problemas económicos que enfrenten.
Fernando Vázquez, dueño de una academia deportiva explicó a Efe que han seguido las normas sanitarias impuestas por las autoridades de salud y están preparados para volver a recibir a sus alumnos.
«La inconformidad es que establecimientos como bares o licorerías pueden abrir ¿y el deporte dónde queda? Nosotros, como trabajadores, es el único ingreso que tenemos», señaló.
Mariana González