México, 9 jun (EFE).- Múltiples locales y puestos del centro histórico de Ciudad de México han reabierto al público a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades ante la crisis del coronavirus SARS-CoV-2, por la necesidad de generar ingresos y poder sobrevivir.
Las calles del casco histórico capitalino, que hace algunas semanas estaban prácticamente desiertas, hoy parece que no padezcan una pandemia que se ha llevado la vida de más de 14.000 personas en México.
«Es por la crisis económica. Las autoridades cierran pero la gente no es de muchos recursos, van al día para sacar para sus gastos, medicinas… para comer. La gente no aguanta más esto de la pandemia. Tenemos que salir a buscar qué comer», explicó Efe Gabriel Sánchez, propietario de una pequeña tienda de artículos de limpieza del centro histórico.
Y Don Gaby (nombre también del comercio) tuvo la suerte de que, por vender productos indispensables como lejía, jabones y desinfectantes, no ha tenido que cerrar su tienda pero sí ha vivido las semanas en las que las calles estaban vacías mientras él y el resto de comerciantes del barrio esperaban a que llegasen clientes.
«Ha bajado bastante (la afluencia de clientes). Incluso meses atrás, cuando empezó todo, se desapareció la gente, todo estaba vacío pero la gente ya no aguanta lo mismo… Tienen que buscar para comer y ¿de dónde van a sacar?», explicó Don Gaby en referencia a la reciente reapertura de múltiples puestos en las calles del centro.
En México, la abundancia de trabajo informal, que representa más del 50 % del empleo, hace que la gente necesite trabajar para poder cubrir sus necesidades básicas y las de su familia.
Y tras más de dos meses de suspensión de actividades no esenciales, muchos salen de nuevo a la calle a emplearse para poder subsistir.
CON MIEDO
Aunque en un recorrido Efe constató la presencia de decenas de puestos callejeros de venta, muchos de los comerciantes de la zona se emplean hoy vendiendo desde cubrebocas a tacos, zapatos, artículos de belleza o bolsos, entre otros.
Aunque con miedo, y renuentes a hablar, por la posibilidad de que la policía realice operativos e incaute la mercancía.
Ciudad de México, que es foco rojo del país con más de 31.000 casos y 3.800 muertos, continúa a principios de junio en semáforo de color rojo, lo que impide que no se permiten las actividades económicas más allá de las esenciales.
Hace dos semanas, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, apuntó que Ciudad de México seguiría en color rojo al menos hasta el 15 de junio, pero adelantó que en junio ya se podan reactivar otras actividades esenciales como la minería, la construcción, la producción de cerveza o la fabricación de equipo de transporte.
El miércoles se dará a conocer el plan de reactivación de la ciudad que se centrará en el fomento del empleo.
En la mañana de este martes, el Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que a partir de ahora se permitirá la operación de hoteles a un nivel de 25 %, restaurantes con servicio a domicilio, peluquería a domicilio, parques al 25 % sin acceso a áreas infantiles, supermercados al 50 % con una persona por familia y partidos deportivos a puerta cerrada.
A nivel nacional, las autoridades sanitarias de México contabilizan al momento 120.102 personas enfermas y 14.053 fallecidos por coronavirus desde que llegó la enfermedad al territorio mexicano a finales de febrero.
En este contexto, los comerciantes salen por necesidad a intentar ganarse la vida, y aunque en ciertas ocasiones no son conscientes de los peligros para ellos mismos y para los que los rodean, la mayoría, como Don Gaby, consideran que el Gobierno debería permitir la reapertura siempre y cuando se mantengan las medidas de seguridad.
«El presidente no entiende estas situaciones, nada más dice lo que ve y lo que dicen sus asesores. Lo hacen (los comerciantes) por necesidad. Que ya dé permiso de abrir con las reglas y requisitos para que la gente empiece a generar dinero para poder comer y pagar sus deudas», enfatizó Don Gaby.