Totalmente complicado que se pueda reducir el precio de la tortilla hasta en un 10% en términos reales durante el presente sexenio como lo anunciara el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, manifestó el presidente del Grupo de Industriales de dicho gremio, Alfonso Anaya Castro.
Aclaró que dicha situación no es por decreto o por un simple deseo de querer controlar los precios, “nada de eso”, sino que más bien de una estrategia que busca reducir el precio de la tortilla, porque fue uno de los productos que más se afectó con la inflación.
El secretario de la SADER estableció que buscará un diálogo con todos los eslabones de la cadena de producción en el tema de maíz-tortilla y el primer propósito con ellos es que no existan los productos transgénicos y que sea autosuficiente para poder cubrir las necesidades del mercado.
Señaló que el segundo eslabón de la cadena serían los comercializadores, quienes compran las cosechas y las comercializan para venderlas con los industriales de la masa y la tortilla, donde se topan con los transportistas, quienes también tienen una incidencia, pero a su vez el gobierno tiene la posibilidad de importar maíz.
Como parte del tercer eslabón Alfonso Anaya indicó que se refiere al tema de la harina, que también requiere maíz para su producción, donde se deberá de hacer una negociación para que la fécula tenga que reducir sus precio.
Manifestó que en el cuarto eslabón se ubican los productores de tortilla, quienes además de la harina y más, también requieren gas, electricidad, gas y gasolina; por lo que se deben analizar las negociaciones y la problemática de la industria como lo es la informalidad.
En este sentido el líder de los tortilleros advirtió que si las autoridades realmente los quieren ayudar para poder regular el precio, deben comenzar desde la industria para poder hacer posible la propuesta de la presidenta de México.
Por último destacó que de darse las reformas laborales, como la ley silla, la reducción de la jornada laboral y el aumento de los aguinaldos, dichos factores jugarán un papel en contra de los industriales y provocarán un aumento en el precio de la tortilla.