CIUDAD DE MÉXICO, marzo 7 (EL UNIVERSAL). –
México vive un momento trascendental, con una reforma electoral «muy bien redactada» que busca ampliar los cauces democráticos y evitar el gasto excesivo de recursos públicos, aunque el bloque opositor pretenda descarrilar el proyecto de la 4T con base en mentiras y falsedades acerca del Plan B, manifestó el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Al encabezar en Jalisco el Conversatorio «Reforma electoral y gobernabilidad en México», el responsable de la política interna del país rechazó los señalamientos de la oposición en el sentido de que el gobierno quiere desaparecer al INE y controlar las elecciones en todo el país. Dijo que el Plan B no pone en riesgo la existencia del Instituto y por el contrario, fortalece y transparenta sus funciones.
«Es todo un entramado que han construido para demeritar la reforma electoral y desde luego es la única manera que ellos tienen, a base de mentiras, para intentar los del bloque opositor llamar la atención de los ciudadanos. Lo que quieren a toda costa es descarrilar este proceso de transformación que vive México, pero aquí se los digo a ustedes, a nuestros amigos, a nuestras amigas, a nuestras hermanas, a nuestros hermanos: este país tiene todavía mucho Presidente y hay muchísimo Movimiento, y no nos van a detener, este movimiento de transformación llegó para quedarse», sentenció.
Celebró que a Lorenzo Córdova y Ciro Murayama «ya nada más afortunadamente les restan 28 días para que entreguen su encargo» y confió en que vendrá un hombre o una mujer, «ellos sí a honrar las tareas, los trabajos del Instituto Nacional Electoral. Ya nunca más el presidente del Consejo General del INE convertido en supuesto paladín de la democracia».
Adán Augusto López acusó que lo que hoy existe es «una élite, una burocracia dorada que ha disfrutado a lo largo de los años de jugosos emolumentos, de seguro de gastos médicos, de celulares, de pago de cocineros, viáticos, viajes por todo el mundo».
«Pues esto ya se acabó. Se rumora por ahí que el señor Córdova se va a llevar como 12 millones de pesos por supuesto bono de retiro o bono de marcha. ¡Pues ya que se lleve el dinero mal habido, pero que ya se regrese a sus otras tareas! Yo ya se lo dije: le vamos a regalar un curso de matemáticas para que entienda cuál es la diferencia entre 8 mil despidos inexistentes y los mil 264 integrantes de esa élite que pasarán a retiro», enfatizó.
Aclaró que el resto del personal del servicio profesional de carrera «es intocable», por lo que será reubicado en otras áreas dentro del INE.
«Ahora que ya no van a tener qué hacer el señor Córdova y el señor Murayama, pues a lo mejor les conviene tocar tomar un curso de matemática, para que se entretengan», insistió con sarcasmo.
«Otra cosa que no dice esta -yo le digo- ‘dupla maléfica’ de Lorenzo Córdova y de Ciro Murayama, es que se terminó con el reparto de las dádivas. Ya nunca más una tarjeta monedero electrónico, tarjeta de débito o vale de despensa podrá ser utilizado para comprar, para coaccionar el voto. El voto de los mexicanos es libre y es secreto, es libre de cualquier coacción de cualquier componenda».
«Fue el caso de Odebrecht, aquella compañía brasileña que se dedicaba a financiar candidatos, los financiaron en todo el continente americano, pero en el caso de nuestro país financiaron la campaña de Enrique Peña Nieto y fue hasta ahora que la autoridad, seis, siete años después, fue capaz de hacer las investigaciones. Eso ya se acabó, ya no nunca más habrá este tipo de coacción, de componenda para financiar las campañas políticas», garantizó.
El titular de la Segob arremetió también, en contra del exsecretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, quien dijo, se reeligió en el cargo en 2014 a través de una «chicana», gracias a la reforma electoral del sexenio pasado, pues argumentó que él ocupaba un cargo en el IFE, no en el INE.
«Era el todopoderoso, era el mandamás, el que administraba los recursos del Instituto Nacional Electoral. Yo no sé qué tanto le daba este señor Jacobo a Lorenzo Córdova, o cómo le hizo para encampanarlo. Imagínense ustedes que el presidente del Instituto Nacional Electoral abdicaba de sus funciones y era el secretario ejecutivo el que decidía sobre el destino de los recursos del instituto», señaló.