Una organización de Florida condenó este viernes la idea del gobernador de este estado, el republicano Ron DeSantis, de replicar la ley SB-4 de Texas, una draconiana norma que permite a las fuerzas de seguridad estatales la deportación de los indocumentados detenidos en la frontera.
La Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC) se pronunció de esta manera luego de que DeSantis confesara en un entrevista con el presentador conservador Sean Hannity que su Gobierno trabaja para tratar de implementar, por medio de una sesión legislativa especial, una norma en Florida que otorgue a sus fuerzas de seguridad «más autoridad para arrestar y detener».
«Creo que eso sería un gran desincentivo para venir», añadió el exaspirante presidencial por los republicanos.
Esta organización advirtió de que la SB-4 es «una pesadilla para los derechos civiles, y una versión similar en Florida expondría al estado a litigios costosos, como el actual vaivén legal que tiene lugar en Texas», que podría suponer millones de dólares en fondos públicos a los residentes.
La medida tejana, impulsada por su gobernador, el republicano Greg Abbott, convierte en delito menor que un extranjero «ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera» de forma irregular, bajo pena de hasta seis meses de cárcel. Si el infractor es reincidente, la falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión.
La norma es motivo de una batalla en los tribunales por la posible usurpación del poder federal sobre la política migratoria y, tras un fallo favorable del Tribunal Supremo que le permitió entrar en efecto por unas horas, actualmente la iniciativa se encuentra suspendida por orden de una corte de apelaciones.
La semana pasada, el gobernador DeSantis autorizó el despliegue de 250 efectivos de dependencias estatales al sur del estado y a los cayos, con miras a frenar la posible llegada de una «oleada» de migrantes haitianos que huyen de la actual crisis en su país.
La decisión mereció la crítica de organizaciones civiles del sur de Florida, donde se asienta la comunidad de haitianos más grande en EE.UU.. Agregaron que ante la crisis que afronta la nación caribeña debe darse más bien una «respuesta compasiva» antes que una «militarización» de la frontera.
DeSantis ha amenazado con enviar en avión a inmigrantes haitianos en Florida a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, ha movilizado cientos de tropas de la Guardia Nacional y Estatal al sur de Florida y «ahora amenaza con desperdiciar más dinero de nuestros impuestos en otra sesión especial para demonizar a los haitianos», se lamentó la directora de FLIC, Tessa Petit.
La directora ejecutiva de FLIC agregó en un comunicado que «la propia Guardia Costera dice que no se está produciendo ninguna afluencia de inmigrantes procedentes de Haití».