Londres, Inglaterra.- La duración de las medidas de confinamiento por la COVID-19 tiene un mayor impacto en las cadenas de suministros globales que la gravedad de las restricciones en sí mismas, por lo que las pérdidas serían menores de implementarse otras más cortas y estrictas.
Así lo revela un estudio publicado este miércoles en Nature Human Behavior, liderado por Dabo Guan, profesor de la Universidad Tsinghua (Pekín, China).
Las cadenas de suministro mundiales son los sistemas para la producción y distribución mundial de bienes y servicios y desde el 11 de marzo, cuando la OMS declaró el virus de la COVID-19 una pandemia, se han visto afectadas por las restricciones impuestas en países de todo el mundo.
La investigación señaló que relajar las medidas de confinamiento (prohibiciones de viajes, actividades comerciales e interacciones sociales) de forma gradual genera menores pérdidas económicas que hacerlo de forma rápida, ya que se pueden producir rebrotes del virus que obliguen a reintroducir los controles.
El equipo de Guan utilizó un modelo de desastre económico para cuantificar el efecto a corto plazo de los diferentes métodos de contención del virus en las cadenas de suministros globales y analizaron cómo se distribuían las pérdidas relacionadas con la pandemia en estas cadenas.
Así, modelaron 39 escenarios individuales basados ??en cuatro conjuntos de situaciones de contención, de los que tres analizaron la propagación geográfica del virus, la duración del encierro y su rigidez, lo que implicaba que la mano de obra y el transporte se reducían en comparación a los niveles anteriores a la pandemia.
El cuarto conjunto evaluó el impacto sobre las cadenas de suministros a medida que se relajan las medidas y tuvo también en cuenta el daño ocasionado si las restricciones se aplican durante un periodo de tiempo más largo o tienen que ser reimpuestas.
En el modelo de un confinamiento de dos meses, que seguía una rigurosidad del 80 % y se había implementado solo en China, se descubrió que el efecto en la cadena de suministro era del 3,5 % del PIB mundial, lo que aumentaba hasta el 26,8 % si se aplicaba al escenario global.
El mismo tipo de confinamiento pero alargado hasta los cuatro meses aumentaba las pérdidas económicas globales de 20 trillones de dólares (trillones de euros) a 22,7 trillones de dólares (trillones de euros)
Además, los expertos destacaron que los países no afectados directamente por el nuevo coronavirus experimentaban también grandes pérdidas económicas a consecuencia de las políticas de contención de los enclaves más afectados, así como las naciones de bajos y medianos ingresos era particularmente vulnerables al impacto de las restricciones.
A partir del estudio de tres escenarios de recuperación de la actividad, la investigación concluyó que suavizar las medidas de obligado confinamiento durante un periodo de doce meses (con una disminución del 20 % en la mano de obra y el transporte) provoca pérdidas más bajas que levantar las restricciones de forma acelerada y con el riesgo de tener que reintroducirlas de nuevo.
Como ejemplo, citaron la economía de los Estados Unidos, que podría sufrir un retroceso del 24,6 % si los controles se levantaran paulatinamente durante doce meses, mientras que las pérdidas llegarían al 54,8 % de hacerlo rápidamente.
Es por ello que los investigadores recomendaron que, ante una nueva pandemia, los países se coordinen para introducir confinamientos más cortos y más estrictos, ya que esto podría reducir las pérdidas globales en alrededor del 11 %.