CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Si algo amamos más allá de comer, es disfrutar de alimentos pequeños y de aspecto curioso. Esta fruta cumple con todas las características. Coloquialmente se le conoce como ‘melón ratón’, pepinillo agrio o sandía pequeña por su aspecto y tamaño.
El cucamelón –Melothria scabra– es una cucurbitácea de sabor fresco y acidito, lo que la hace ideal para consumirse en épocas de calor o en cualquier momento para refrescar el paladar.
Aunque su aspecto es un poco extraño, los cucamelones no son un extraño híbrido modificado genéticamente, sino una cucurbitácea de Centroamérica que se consume desde tiempos precolombinos, siendo un alimento básico en la dieta mexicana, pese a que en muchos lugares sigue siendo desconocido.
Propiedades
La cucurbitácea se come completamente, con todo y piel, por fuera tiene una consistencia crujiente mientras que el interior es suave, con pequeñas semillas blancas, muy similar a su homóloga; la calabaza, pero con un sabor ácido un entre pepino o una lima.
Algunos estudios de la Universidad de Wisconsin mencionan que el cucamelón es rico en fibra, vitaminas y antioxidantes, que ayudan al cuerpo a evitar enfermedades del corazón, así como previene el envejecimiento prematuro.
La vitamina que más prevalece es la C, la cual se combina con el potasio y reducen el colesterol, así como la salud y funcionamiento cardiovascular, así como una mejor digestión.
Cultivo desde casa
En los países donde más se consume como Estados Unidos o parte de Centroamérica, es muy común que se conserve el cucamelón en conservas de vinagre para potenciar su sabor ácido o en otras regiones; se incluye en la dieta de ensaladas.
Por ello, para muchas personas, que lo consumen, es muy común que lo cultiven en huertos o lugares pequeños en sus casas, pues no es muy complicado el cuidado de la planta.
La planta no es excesivamente grande si se guía el crecimiento hacia arriba, así como es muy resistente a la época de sequías o a climas muy cálidos cuando se encuentra expuesta a la intemperie.
Para cultivarla, es necesario encontrar semillas de la cucurbitácea, que normalmente se compran en sitios de internet, dado que es un tanto difícil encontrarla en los huertos. Asimismo, es importante saber que las semillas no fueron expuestas a fertilizantes o productos químicos, pues podría afectar su crecimiento propiedades.
Posteriormente, se deberá sembrar una pequeña cantidad de semillas en una maceta con profundidad de entre 2 y 4 cm aproximadamente.
Después se deberá colocar en un lugar donde el sol no la queme o seque, así como mantener la tierra húmeda con un atomizador para que no se pudra de tanta agua.
La germinación puede tardar hasta tres semanas, pero poco a poco saldrán pequeñas hojitas, según la cantidad de semillas que hayan germinado.
Una vez que salgan, se deberá quitar el brote más débil para que las nuevas logren crecer más fuertes.
Por último, cuando ya se tengan pequeños brotes de plantas, se deberá traspasar a otra maceta más grande y con tierra más fértil para que logren expandirse las raíces y comience a crecer a lo largo.
Dada su resistencia y propiedades benéficas, el cucamelón poco a poco se ha convertido en una súper cucurbitácea para toda ocasión y gusto, dado su sabor fresco que a muchos les agrada y la facilidad en la que se puede incluir en los platillos cotidianos o como un pequeño snack junto a más frutas.