CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 29 (EL UNIVERSAL).- Si usted, amable lector, se quiere comprometer con un crédito, necesita saber que los tiempos en que los préstamos eran baratos quedaron atrás, al menos por ahora. Las tasas de interés no paran de subir y lo harán todavía más, no sólo en México, sino en el resto del planeta.
Este jueves, el Banco de México anunció una subida a su tasa de interés de referencia, dejándola en 9.25%
Los bancos centrales, entre ellos Banxico, adoptaron las tasas de interés como principal antídoto contra la inflación, ya que al subirlas encarecen los créditos bancarios, pues los bancos privados utilizan la tasa del banco central para determinar los intereses que van a cobrarle a la gente por el préstamo que le otorgan.
Esto tiene como objetivo enfriar a la economía mediante un menor consumo e inversión en la población, lo que restringe la cantidad de dinero en circulación y, en consecuencia, pone un límite al fenómeno monetario de la inflación.
Se deben contemplar distintas variables si se piensa contratar un crédito en estos tiempos. Primero: de hacerlo, es porque se necesita ahora y el pago de intereses realmente vale la pena, es decir, que lo que se está adquiriendo tiene un valor superior a lo que se pagará de intereses.
Ahora bien, si usted tiene actualmente un financiamiento, debe saber que no todos suben a la par de la tasa de Banxico, ya que en el mercado existen dos grandes rubros de productos. Los primeros son los patrimoniales, como las hipotecas y los créditos de auto, cuya característica principal es que tienen una tasa fija, de modo que no puede aumentar durante toda la vigencia del préstamo.
Los segundos son los financiamientos de nómina, personales, empresariales y las tarjetas de crédito, los cuales tienen en común el manejo de una tasa de interés variable, por lo que reaccionan inmediatamente a los ajustes de Banxico, e incluso algunos productos podrían subir su tasa desde antes.
Si usted ya cuenta con una tarjeta de crédito, no se preocupe: los expertos recomiendan pagar el total de su deuda calculada mensualmente por el uso del plástico para evitar pagar intereses sobre el saldo insoluto. Eso quiere decir que se debe evitar a toda costa pagar el mínimo de la tarjeta o realizar pagos menores al total de la deuda, porque si no, el banco podría terminar cobrando los intereses más altos en décadas.