Más allá de la sugerencia “quédate en casa”, debido a la crisis económica que desató el Covid-19 aumentaron las fiestas en los domicilios particulares, propiciando un notorio incremento de quejas contra los vecinos ruidosos, de alrededor del 12 por ciento.
En lugar de pagar por asistir a un lugar a divertirse, ahora es más frecuente optar por armar las fiestas en las cocheras de los domicilios, lo cual se ha visto reflejado en el incremento de quejas por parte de vecinos cansados de tanto ruido y escándalo a cualquier hora del día.
Sin embargo, el equipo de verificadores no se da abasto ante la enorme cantidad de quejas que surgen, sobre todo tomando en cuenta que la problemática está presente en diversos puntos de la ciudad, y con el traslado de un punto a otro difícilmente se logra sorprender en flagrancia a los ruidosos.
Mientras tanto el problema sigue creciendo, y en tanto se atiende el centro, los del norte hacen de las suyas, y viceversa, reconoció el director de Reglamentos, David Ángeles Castañeda, al resaltar que los recorridos también se llevan a cabo en los anillos periféricos, por lo cual es complicado lograr una cobertura total con tan sólo 30 verificadores, que a su vez vigilan la operación de los más de cuatro mil giros reglamentados que operan en la ciudad.
Detalló que en materia de vecinos ruidosos se complica atender las colonias del oriente, sobre todo en las más grandes, como Villas de Nuestra Señora de la Asunción.