Aunque parece que todo ha terminado, esto no se acaba hasta que se acaba, como diría el inolvidable beisbolista Yogi Berra.
Nos referimos una vez más al tema de la pandemia del Covid-19, esa enfermedad que vino a poner de cabeza al mundo entero, primero, por lo inesperado de su aparición y segundo, porque nadie sabe cómo terminar con ella.
A través del tiempo se han ido conociendo muchas cosas en torno a este problema de salud, pero nadie sabe explicar por qué muchos pacientes no logran superar la infección y en momentos se agravan y mueren, pero otros tantos sobreviven a pesar de las consecuencias que el virus deja en su cuerpo.
Ahora se sabe, por estudios científicos, que depende exclusivamente de cada organismo el cómo se reaccione ante el virus, pero también se sabe que también tiene mucho que ver la pronta atención de los síntomas, pues cuando el enfermo llega al hospital es porque ya dejó pasar tiempo y se complica más el cuadro clínico.
Qué no se ha dicho ya de este tema, y más que se conocerá a través del tiempo, pues algunos países de hecho ya regresaron a la normalidad, como en España, aunque otros aún sufren los embates despiadado del virus, como la India y Brasil.
México no se ha ido limpio, pues al corte de anoche la Secretaría de Salud informaba que se tiene un registro de 220,489 muertes por el Covid y 2 millones 382 mil 745 casos confirmados. Con estas cifras el país ocupa el decimoquinto lugar mundial en número de contagios y el cuarto puesto como el país con más decesos por la pandemia, detrás de Estados Unidos, Brasil y la India, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
Estas cifras sin contar la disparidad que presenta Salud federal y las estatales, pues es considerable la diferencia y en ningún punto se han podido cuadrar.
Ayer mismo el director de la Organización Mundial de la Salud reconocía que la pandemia está lejos de llegar a su final, a pesar de la disminución de casos en algunas regiones del mundo, por lo que exhortó, una vez más, a no bajar la guardia, pero eso depende de cada uno de nosotros.
Por lo pronto, en Aguascalientes, como en muchas otras partes de México y el mundo, todo va tomando su cauce normal; escuelas regresan a clases semipresenciales, los centros comerciales a tope, grandes tiendas ya dejan entrar a niños y personas de la tercera edad, las fiestas y reuniones están su apogeo, restaurantes, cines y demás centros de diversión poco a poco van regresando a la normalidad, eso sí, cuidando sus aforos, y mucho de este retorno a la cotidianidad tiene que ver con la llegada de las vacunas, y aunque falte mucho para inmunizar a toda la población, mientras tanto ya se comenzó a vacunar a los sectores más vulnerables, pero insistimos, la responsabilidad de cuidarse es personal, por su bien y por el de los demás.