CIUDAD DE MÉXICO, agosto 12 (EL UNIVERSAL).- Al cumplirse nueve días de la inundación de los pozos de carbón de la mina El Pinabete, el operativo de rescate se centra en el retiro de escombro y otros obstáculos, el apuntalamiento de las zonas reblandecidas y la extracción de agua.
Una vez que concluyan esas tareas y se cuente con condiciones de seguridad, ingresarán los rescatistas para buscar a los mineros atrapados desde el 3 de agosto.
Uno de los principales problemas con que se han encontrado los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es la gran cantidad de polines (trozos de madera) que obstruyen el paso hacia las cuatro galerías subterráneas de la mina siniestrada.
Esta mañana, familiares de los mineros volvieron a quejarse de falta de información e insisten en que se aceleren las labores para iniciar el rescate.
Fuentes extraoficiales señalaron que en cualquier momento de este viernes podrían ingresar los primeros rescatistas.