No es raro que el Presidente sorprenda con sus acciones o declaraciones, pero esta vez se excedió, o por lo menos ésa es la idea global.
Sin venir al caso en una de sus ‘mañaneras’ dijo que va a pausar la relación de México con España, por lo que de inmediato surgieron especulaciones y preocupación, pero sobre todo dudas ¿ahora qué pasó?
De hecho, hasta sugirió el plazo de la “pausa”: hasta el fin de su administración, algo que se ve complicado porque a la 4T le faltan 3 años en el poder y de seguir buscando conflictos donde no los hay se complicará el panorama.
De por sí su política exterior deja muchas interrogantes, pues sólo basta recordar el desaguisado que ha hecho con el nombramiento de algunos embajadores en países clave, aunque por lo menos con alguien tuvo que recular porque uno de sus elegidos es investigado como depredador sexual.
Por lo pronto el Gobierno español exige respeto, pues Andrés Manuel López Obrador dijo que ya no va a permitir que los ‘españoles nos roben’, por lo que le pidieron que aclarara sus palabras ofensivas, porque generalizó, lo que tomó a todos por sorpresa.
El Presidente, tras sus declaraciones, reculó y ayer mismo dijo que el comentario no era generalizado, sino dirigido a las empresas de ese país, lo que vino a tensar todavía más la cuerda, y no se retractó, por lo que creemos que se defiende mejor callado, pues vale la pena recordar que España es la segunda fuente de inversiones para nuestro país, sólo después de Estados Unidos.
Pero esto no es nuevo, recordemos que esta andanada de declaraciones contra España inició a los 3 meses de la administración de AMLO con la exigencia del perdón por los excesos en la Conquista… de hace 500 años, lo que vino a tensar la relación con el país europeo, aunque tras una carta del rey Felipe negando tal petición parecía que se habían tranquilizado las aguas, y hoy vemos que no es así.
Uno de los éxitos de cualquier relación, llámese comercial, de negocios, política y hasta amorosa exige respeto mutuo, comprensión, diálogo, algo que el Presidente mexicano no está dispuesto a hacer, por lo menos en cuanto al diálogo, pues debió haber hablado estos delicados temas con su par ibérico, no en los medios.
Este nuevo conflicto viene a engrosar la lista de problemas que tiene el jefe del Ejecutivo con, literal, medio mundo, pues hoy es contra la prensa, mañana contra los empresarios, pasado con quién sabe quién; en fin, con quien piense diferente a él.
Pues así, en la Madre Patria no gustó lo dicho por López Obrador, por lo que suponemos que, a su exigencia de ‘vámonos respetando’, en una de ésas le agarran la palabra, afectando principalmente las relaciones comerciales y de amistad que siempre han existido entre las dos naciones.