La Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica (CNE) mantiene bajo vigilancia al volcán Poás debido al incremento de las erupciones de gases y materiales que presenta desde finales del año 2023 y actualmente valora aumentar las medidas preventivas que existen dentro del parque nacional.
Según las autoridades, en los últimos días, diversas comunidades cercanas a la zona han reportado olor a azufre, una consecuencia de la evaporación de una laguna y de los fuertes vientos, que provoca que los materiales puedan movilizarse fuera de los límites del Parque Nacional.
«Uno de los puntos importante es la actualización sobre las condiciones actuales del volcán, los comités de emergencias se encuentran activos y dando seguimiento cada día. Durante los últimos días algunas personas informaron sobre olor a azufre, algo esperable debido a la evaporación del agua del cráter y los fuertes vientos», explicó el presidente de la Comisión, Alejandro Picado.
Desde finales del mes de enero, la CNE implementó algunas medidas preventivas para la permanencia en el Parque Nacional, como lo es el ingreso de solo 56 personas en el mirador principal al mismo tiempo, utilizar cascos de seguridad y el cierre temporal de el sendero que conecta el mirador principal con la laguna.
“La regulación de cantidad y tiempo en el cráter corresponde a una medida que permite a este Parque Nacional, tener la capacidad de respuesta efectiva ante una eventual emergencia. Se mantiene el límite de permanencia en las cercanías al cráter por 20 minutos», afirmó el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach.
La CNE recordó a la población y los turistas que es importante seguir la rotulación instalada y acatar las medidas temporales para disfrutar con mayor seguridad y comodidad del Parque Nacional Volcán Poás.
El vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, Javier Pacheco, expresó a que «el volcán muestra una actividad baja y el número de erupciones que sobrepasa los 100 metros de altura, han decaído a partir de febrero de 2024».
Sin embargo, alertó que «no se puede poner una probabilidad cero a que ocurra una erupción mayor».
Las autoridades de Costa Rica cerraron el parque de abril de 2017 a agosto de 2018 debido a las constantes erupciones freáticas (gases, agua y materiales), en ese momento se construyeron cinco refugios y se realizó la compra de sensores de gases en tiempo real, cascos y mascarillas, rotulación de seguridad y capacitaciones a guardaparques, guías turísticos y vecinos de las comunidades aledañas.
El volcán Poás es uno de los parques nacionales más visitados de Costa Rica por su belleza escénica y fácil acceso. EFE