Aguascalientes.- Mientras que la ola de suicidios parece incontrolable en Aguascalientes -81 hasta ayer-, en Salud Mental del ISSEA se dio de baja a un grupo de psicólogas y prácticamente se dejó la atención de los presuicidas en manos de los policías preventivos, al suspenderse el trabajo comunitario preventivo en colonias, escuelas y empresas, con el pretexto de la pandemia.
Personal adscrito a la Dirección de Salud Mental señaló que, por increíble que parezca, actualmente la Policía Municipal está siendo más activa en la evitación de suicidios que esa área, e incluso que cualquier institución pública de salud y de asistencia social, donde al delicado problema se le tiene prácticamente ignorado.
“Las causas del suicidio habitual no han cambiado, simplemente lo que sucede es que no se ha hecho un buen trabajo de prevención a nivel de las fuentes de trabajo, además de que no hay coordinación en las instituciones de salud, pues los DIF hacen un trabajo que no tiene ninguna relación con la Dirección de Salud Mental, mientras el IMSS y el ISSSTE no hacen nada en ese terreno”, señalaron psicólogas que expusieron la problemática ante HIDROCÁLIDO.
Pese a lo delicado del problema de los suicidios, en Salud Mental se camina como los cangrejos, pues las informantes indicaron que “además de que se despidió a psicólogas que ya tenían experiencia y se contrató a jóvenes recién egresadas que no tienen ninguna experiencia, también dejó de hacerse la salud mental comunitaria, porque al estar cerradas las escuelas y las fábricas, se eliminaron las visitas del equipo de prevención a esos lugares y a las mismas colonias de riesgo, sin que se les ocurriera a los responsables hacer algo nuevo”.
Ante ello y por increíble que pudiera parecer, la Policía Municipal ha sido la más activa en evitar los suicidios, pues son los preventivos quienes bajan a las personas de las alturas, las rescatan al estar colgadas o incluso de sus domicilios cuando han ingerido somníferos. ¿Y qué hacen? Las llevan a los hospitales donde no se hace ningún seguimiento.
Además, expusieron, no hay psicólogas en las unidades de emergencia y los presuicidas no son enviados a Salud Mental, por lo que la consecuencia es que vuelven a intentarlo hasta que en muchos de los casos logran su fatal cometido.