México, 17 oct (EFE).- El bailarín cubano residente en México Erick Rodríguez lamentó el fallecimiento de su maestra, la ya legendaria bailarina cubana Alicia Alonso, quien murió este jueves a la edad de 98 años.
«La noticia, como a todo el mundo de la danza, me agarra de sorpresa. Aunque Alicia tenía 98 para cumplir 99 años, la veíamos de alguna forma eterna», dijo a Efe este jueves en entrevista telefónica el primer bailarín de la Compañía Nacional de Danza de México.
El bailarín fue su discípulo entre el 2000 y el 2002, cuando Alonso, quien murió a causa de una enfermedad cardiovascular, era directora del Ballet Nacional de Cuba.
A Rodríguez le vinieron algunas enseñanzas e imágenes a la mente cuando habla de su maestra.
«La recuerdo explicando cómo se le debería tomar la mano a una mujer, por qué era la primera danza, por qué era la segunda danza», explicó.
De acuerdo con el artista, para Alonso (La Habana, 1920-2019), la primera danza era «como regresar de cultivar las uvas», mientras que la segunda era cuando «las estás pisando para sacar el jugo».
Pero más allá de sus poéticas interpretaciones sobre el cuerpo, la bailarina, quien tuvo problemas de visión en los últimos años de su vida, era disciplina pura.
«La disciplina era muy importante en el ballet, desde la escuela te enseñaban a ser disciplinado, ella era muy estricta en eso», dijo Rodríguez.
Otro recuerdo que tiene es el de una actuación precisamente en México, donde, el día antes, la bailarina se reunió con él y le dijo que se concentrase «y no saliese más de fiesta».
En síntesis, su discípulo comenta que «todo ese conocimiento que ella tenía en cuanto al movimiento era muy interesante de escuchar».
Sobre si la brillantez de Alonso era por talento innato o más bien fruto de su trabajo, su compatriota consideró que se trata de «una mezcla de los dos».
«Era una mezcla de muchas cosas. Tenía un talento natural impresionante, pero era un trabajo muy duro que hizo durante toda su vida», apuntó.
El mundo de la cultura mexicana también tuvo palabras de despedida y admiración con la bailarina.
La bailarina Elisa Carrillo manifestó en Twitter su conmoción al enterarse de la noticia.
«Acabo de enterarme con mucha tristeza del fallecimiento de Alicia Alonso. Cuba y el mundo pierden a un baluarte de la danza clásica. Envío un fuerte abrazo y mi más sentido pésame a sus familiares y a todo el pueblo cubano», escribió la galardonada este 2019 en Rusia con el premio Benois de la Danse.
Por su parte, la Secretaría de Cultura mexicana también lamentó en Twitter el deceso de la bailarina.
«Desde el Gobierno de México lamentamos el sensible fallecimiento de la bailarina cubana Alicia Alonso (1920-2019), figura legendaria del ballet iberoamericano y la danza clásica y prima ballerina del Ballet Nacional de Cuba», versó el tuit.
También en la misma red social, el canciller Marcelo Ebrard manifestó que Alonso «vivirá por siempre con su arte entre nosotros».
Nacida en La Habana el 21 de diciembre de 1920 y de padres españoles, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo comenzó a bailar a los nueve años, desarrolló parte de su formación en Estados Unidos y desarrolló una larga y laureada carrera que la llevó con papeles protagonistas a los principales escenarios del mundo.
De las decenas de papeles que interpretó, el más recordado es el de «Giselle», el personaje de la campesina ingenua, romántica y engañada que bordó al mínimo detalle interpretativo.
Entre los numerosos reconocimientos que recibió a lo largo de su vida figuran la Orden José Martí, máxima condecoración que concede Cuba, la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, otorgada por España, el premio «Anna Pávlova» de la Universidad de la Danza de París y el cargo de embajadora de Buena Voluntad de la Unesco.