Aguascalientes.- El Obispo José María de la Torre Martín levantó la prohibición de misas con presencia de fieles; en adelante la gente podrá asistir a los templos.
A través de un nuevo Decreto en relación a la pandemia de coronavirus, informó que tras las recomendaciones de la Secretaría de Gobierno y de la Secretaría de Salud del Estado de Aguascalientes sobre el avance de la pandemia y el comportamiento que ha tenido en la Entidad, y luego de consultar a los vicarios episcopales y al Colegio de Decanos, se determinó la conveniencia de permitir que se reanude la celebración de las misas con asistencia de fieles.
El Decreto refiere que a partir de ayer podía celebrarse la Santa Misa con asistencia de un grupo reducido de personas.
Esta determinación deja sin vigencia el Decreto del 27 de marzo de 2020, en el que se suspendía temporalmente la celebración pública de la Eucaristía.
Sin embargo, todos los sacerdotes al frente de cada parroquia o capellanía deberán observar cuidadosamente el protocolo adjunto al Decreto, el cual se refiere básicamente a dar continuidad a las medidas de sanidad que se requieren en los templos y limitar la cantidad de personas en ellos.
Los fieles deberán asistir usando correctamente los cubrebocas.
Las misas no deberán prolongarse innecesariamente, pero tampoco apresurarlas, cuidando siempre la dignidad del Augusto Sacramento; pueden suprimirse aquellas acciones o elementos opcionales: moniciones, procesión de ofrendas, etcétera.
El Saludo de la Paz continuará con los signos que ya se realizaban.
En la comunión se respeta la decisión que cada fiel asuma para la recepción de la Sagrada Eucaristía, en la boca o en la mano, observando en ambos el cuidado necesario.
La ofrenda económica de los fieles no se realizará de la manera habitual durante el ofertorio, cada persona podrá depositarla en las respectivas alcancías o cepos, antes o después de la celebración eucarística.
En cuanto a la apertura de los templos, como al día de hoy, permanecerán abiertos en los horarios habituales.
También se reanudarán los Sacramentos; en el caso de los bautismos, se podrán realizar, salvo casos de emergencia, a partir de la segunda quincena del mes de junio. Se procurará que el número de niños a bautizar no sea mayor a diez y que el número de invitados sea limitado a la familia núcleo, garantizando en todo momento el distanciamiento social.
Para los ritos en donde el sacerdote debe aplicar óleo o agua bendita, el presbítero no podrá reutilizar el agua entre los bautizados y deberá utilizar un hisopo de algodón (cotonete) de un sólo uso para las unciones, que luego tendrá que incinerar al terminar la celebración.
Las primeras comuniones y confirmaciones se reanudarán hasta el mes de agosto.
Por su parte, las bodas y otras celebraciones se podrán realizar conforme la agenda parroquial, pero cuidando todo lo expresado para la celebración de la Santa Misa.
Las Fiestas Patronales a celebrarse en los meses de mayo, junio y julio se realizarán a partir del mes de agosto.