El Gobierno de Cuba declaró este viernes que le disgusta la presencia de un submarino de guerra de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo (sureste de Cuba) porque las visitas de medios navales resultan «de una invitación y este no es el caso».
El viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, Carlos Fernández de Cossío, dijo: «evidentemente no nos gusta la presencia en nuestro territorio y transitando por nuestras aguas de un medio de esa naturaleza, perteneciente a una potencia que mantiene una política oficial y práctica que es hostil contra Cuba».
«Conocíamos de su presencia, pues conforme a procedimientos que hemos seguido desde hace años EE.UU. nos informó con antelación», refirió en declaraciones al medio oficialista Cubadebate.
Pero consideró que estas visitas «suelen ser resultado de una invitación y este no es el caso».
Asimismo señaló que «lo importante a recordar es el carácter ilegal e inaceptable de la ocupación de una parte de nuestro territorio por una potencia extranjera en contra de la voluntad del pueblo cubano. Es una ocupación militar ilegítima y eso es lo que marca la diferencia».
El Comando Sur estadounidense informó que un submarino de guerra suyo se encuentra en la bahía cubana de Guantánamo, donde EE.UU. mantiene una base militar desde 1903 y el Gobierno de La Habana demanda la devolución de ese territorio que considera ilegalmente ocupado.
Según su informe, el submarino de ataque rápido USS Helena se encuentra en Guantánamo «como parte de una visita portuaria de rutina».
La estancia del submarino estadounidense coincide con la visita que realiza a la isla una flotilla de la Marina de Guerra de Rusia desde el pasado miércoles.
La flotilla rusa que incluye un submarino de propulsión nuclear, una moderna fragata, un buque petrolero y un remolcador, ha generado una gran expectación en la capital cubana donde permanecerá hasta el próximo lunes cursando una visita catalogada como «protocolaria» por el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba.
El Departamento de Defensa de EE. UU. señaló que estaba siguiendo los movimientos de la flotilla rusa desde hace días, pero ha dicho que la flotilla rusa no supone una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
«Siempre y constantemente monitorearemos cualquier embarcación extranjera que opere cerca de aguas territoriales de Estados Unidos. Obviamente nos lo tomamos en serio, pero estos ejercicios no representan una amenaza para Estados Unidos», indicó la viceportavoz del Pentágono, Sabrina Singh.