Otra vez una declaración del gobernador pone en alerta a un amplio sector de la sociedad de Aguascalientes, pues anunció que de seguir así la pandemia, subirán los aforos en las escuelas.
Para pronto, las voces expertas exigieron que no se haga tal disparate, pues la pandemia del Covid por supuesto que no está controlada y lo dicen los casi cuatro mil muertos a causa del virus y los hospitales que no han dejado de recibir pacientes.
Un médico particular, que todos los días ve a pacientes con Covid, dice que si bien es cierto que la tercera ola no se presentó con la fuerza que se temía, sí ha llegado a impactar en la salud de los hidrocálidos, ya que sí acuden más enfermos aunque no de gravedad, gracias a la avanzada vacunación.
Cabe aclarar que la vacunación no lo es todo, pues se sigue sugiriendo el uso del cubrebocas, del gel y, sobre todo, la sana distancia, sin embargo, cada vez es más común ver a gente sin cuidarse debidamente, por lo cual no cede la infección.
Pero aún falta un pequeñísimo detalle: los niños no están vacunados, lo que los coloca en una posición más que vulnerable, y aunque ya empezó el registro para los menores que tienen algunos otros padecimientos, parece que esto va para largo, y además agréguele que ya está encima la temporada de frío y con ella otros muchos padecimientos respiratorios, como la influenza, con lo que el panorama no pinta nada bien.
El anuncio de las autoridades de permitir mayor cantidad de niños en clases es un reto para todos: padres de familia, directivos, maestros, personal de intendencia y para los propios niños, pues por la naturaleza de su edad no todo el tiempo usan la mascarilla, que ha marcado la diferencia.
Los papás, porque han retomado la rutina de las escuelas tras año y medio de inactividad; los directivos, porque han tenido que poner todas las herramientas para que la gente a su cargo esté segura; los maestros, porque no es lo mismo atender a un pequeño grupo de niños que a decenas de ellos; los intendentes, porque apenas se dan abasto en sanitizar espacios cada cierto tiempo; y para los menores, porque entre mayor cantidad de ellos, mayor es el riesgo de contagio.
Además, como lo hemos consignado en otras ocasiones, muchos padres de familia ven las escuelas como guarderías y dejan a los niños con síntomas que levantan todas las alertas, y aunque todos sabemos que no todas las enfermedades son Covid, no se puede bajar la guardia en ningún sentido y mandan a los menores de regreso a casa.
Hoy amanecimos con el Semáforo Epidemiológico en Amarillo, que regirá un par de semanas más, pese a que está más que comprobado que no han dejado de subir las infecciones y decesos, por lo que a corto plazo no se ve que podamos regresar al Semáforo Verde.
Este tema, dicen los que saben, va para largo, pues aunque mucha gente sí está dispuesta a cuidar su salud y la de los suyos, de plano la gran mayoría ya estamos inmersos en una falsa normalidad; entonces, lo que toca a cada uno de nosotros es no bajar la guardia y utilizar el sentido común.