Una vez más los acontecimientos desmienten a las autoridades y el falso clima de tranquilidad en el Estado; lo que ocurrió ayer en Calvillo levantó las alertas nuevamente, porque hubo un enfrentamiento entre delincuentes y policías, lo que dejó dos sicarios abatidos.
Todo empezó, como se desmenuza hoy en la sección policíaca, cuando un comando de varios sujetos robaron dos vehículos con lujo de violencia y se dieron a la fuga hacia Calvillo, donde tras las respectivas denuncias, los delincuentes fueron interceptados por las fuerzas del orden, lo que desencadenó un enfrentamiento.
Los resultados, ya de todos conocido, no viene sino a aumentar la sensación de que no sólo el Estado sino prácticamente todo el país está a merced de la delincuencia, pues es a lo largo y ancho de la República que un día sí y otro también sucedan casos policíacos de alto impacto, pero sin olvidar a la delincuencia común, que de tan común, ya la gente ni denuncia, pues si no se detiene a los peces gordos, menos van a arrestar a los mariposeros, jauleros y demás fauna.
Y con la ayuda del mismo Presidente, que declara y lo sostiene, que cuida a los ciudadanos, pero también a los delincuentes porque también son seres humanos, pues la sensación de ayuda y seguridad no es mucha. No le ha caído el veinte que él no está para cuidarlos, sino para aplicarles la ley. Pero ese es otro tema.
Nos sorprendemos y nos angustiamos por lo que sucede con nuestros Estados vecinos, particularmente Zacatecas, que parece tierra de nadie, porque son cotidianos los hechos de sangre, que se supone que son contra los delincuentes, pero por supuesto que también afecta al ciudadano común, que ni la debe, ni la teme.
Jalisco, nuestro otro vecino, literal no canta mal las rancheras, pues también han sucedido cosas que ponen los pelos de punta a la sociedad e incluso Estados Unidos lanzó una alerta de viaje a sus ciudadanos para que ni siquiera transiten por Guadalajara, Puerto Vallarta y, hasta Mazamitla, por el enfrentamiento que se dio hace un par de semanas donde hubo un tiroteo en pleno centro del pueblo y que por cierto estaba atestado de turistas.
¿Y Aguascalientes? pues la balacera de ayer ocurrió a metros de la zona de restaurantes de la presa de Malpaso, sitio turístico por interés y aunque los abatidos fueron malosos, afortunadamente las víctimas no fueron inocentes.
Ejecuciones, secuestros, violaciones, desapariciones, feminicidios, asaltos y lo que se le ocurra también pasa en la ‘tierra de la gente buena’, esa que desde hace mucho tiempo vive una falsa calma, pero donde mucha gente prefiere vivir con bajo perfil para no ser víctima de la delincuencia y eso, no es vivir, sino sobrevivir.