México, 9 jun (EFE).- Dafne Almazán supone que nació para romper paradigmas. A sus 13 años ya se había convertido en la psicóloga más joven del mundo y hoy a sus 18 es la mexicana de menor edad en concluir una maestría en Harvard.
Ahora se alista para ayudar a niños y adolescentes como ella: superdotados que, pese a su gran inteligencia, requieren de apoyo y guía.
«No por tener una gran inteligencia no lo necesitan», asegura este martes la joven maestra en entrevista con Efe, al tiempo que insiste que su objetivo es compartir su experiencia.
Primero con quienes como ella son superdotados, y después con el resto del mundo.
Dafne optó por estudiar una maestría en Matemáticas en la prestigiosa universidad estadounidense porque, dice, es una de las materias que más trabajo les cuesta aprender a los niños «y quería aprender otras técnicas para enseñarlas».
Reconoce que no fue sencillo, pues por su edad no pudo aplicar a la maestría como cualquier otro estudiante, además de que tuvo que convencer a sus maestros y compañeros que podía con el reto de estudiar la maestría.
«Fue una gran experiencia. En Harvard apoyaron la diferencia y me permitieron seguir adelante», confirma.
MIEDO A DESPUNTAR
Hoy la joven nacida en Ciudad de México entiende la necesidad de apoyar a niños superdotados, aquellos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tienen un coeficiente intelectual (CI) mayor a 130 puntos establecidos por una prueba psicométrica científica y estadísticamente validada.
«Todavía hay muchos niños que están siendo rechazados por profesores y compañeros porque piensan que ser diferente es algo malo», manifiesta.
Señala que en muchas ocasiones, los niños superdotados tienen miedo y no encuentran quien los pueda atender «pero no es solo en la parte académica, sino en la parte social, porque al final ellos siguen siendo niños», afirma.
Aunque ella reconoce que no pasó por eso ya que en su familia ya existía el antecedente de superinteligencia con su hermano Andrew, quien a sus poco más de 25 años cuenta con cinco maestrías y un doctorado.
Tras su maestría, Dafne busca ahora estudiar un doctorado en educación «para ayudar a quienes no tuvieron posibilidades» como ella.
ROMPER ESTEREOTIPOS
Andrew dice que Dafne no es nada más una adolescente superdotada, una genio, sino también una transgresora de estereotipos.
Siempre fiel a sí misma, es «un ejemplo», afirma su hermano, quien se emociona al contar con una hermana que es hoy la mexicana más joven en graduarse de una maestría en Harvard.
«Es una mujer que nunca se detuvo, me tocó involucrarme en su parte educativa y ver cómo rompía los estereotipos de las niñas superdotadas», dice a Efe Andrew Almazán, hermano de la psicóloga más joven del mundo y quien en 2015 fue enlistada entre las mujeres mexicanas más poderosas del país.
Dafne, afirma su hermano, nació para romper paradigmas, «ella aprendió a leer y escribir a los 4 años», rememora, aunque «esto tiene un componente genético», puntualiza.
Y es que los Almazán son una familia de genios, aunque ellos prefieren que los llamen superdotados. Andrew, al igual que Dafne, es psicólogo. En su momento también fue el varón más joven del mundo en titularse en esa profesión.
Hoy es la inspiración de la más joven de la dinastía, quien hace unas semanas concluyó su maestría.
«No fue sencillo. Sobre todo porque tuvo que irse a vivir a Boston, y al ser todavía muy pequeña, debí irme a vivir con ella», explica Andrew.
El joven doctor considera que hasta ahora su mejor papel ha sido ser su apoyo, pero Dafne más bien lo considera una inspiración.
APOYAR A LA GENTE
La emergencia por coronavirus dio un giro inesperado a la conclusión de la maestría de Dafne, pues a tan solo unas semanas de la graduación, la institución decidió cerrar y terminar sus cursos en línea.
«Fue fuerte, pero al mismo tiempo bueno, pues inmediatamente trabajaron en dar los cursos y así terminé», dice Dafne.
Sin embargo, el confinamiento trajo ideas a los hermanos Almazán, quienes crearon la iniciativa «Reinicia», un entrenamiento de 12 horas cuya finalidad es conectar a las personas con su esencia, sus talentos y el poder de la colectividad para «reiniciar» su proyecto de vida.
«Es una experiencia de aprendizaje para formar una mentalidad proactiva que permita aprovechar el contexto actual. Este proyecto se dirige a todas las personas, pero especialmente a jóvenes porque son los que más sufren emocionalmente durante esta pandemia», explica Dafne.
El entrenamiento será impartido por docentes e investigadores con doctorados y estudios de posgrado de las mejores universidades mexicanas e internacionales como Harvard, Yale y el Tecnológico de Monterrey, entre otras.
Dafne considera que esto puede ayudar a las personas a encontrarse, pero sobre todo, a desarrollar su innato talento. «Todos tenemos un tipo de talento. El objetivo es encontrarlo y usarlo para bien de todos», concluye.