México.- Los miles de damnificados en la Ciudad de México que dejó el sismo del 19 de septiembre de 2017 han vivido los últimos meses entre la incertidumbre por recibir ayuda, la reconstrucción de sus viviendas y la infausta pandemia de la COVID-19, que se ha llevado más de 11.300 vidas en la capital.
Según datos de la Comisión para la Reconstrucción del Gobierno capitalino actualizados al 31 de julio, entre vivienda multifamiliares y unifamiliares un total de 7.774 inmuebles resultaron dañadas por el terremoto de hace tres años, de magnitud 7,1, dejando más de 20.000 damnificados.
A la desesperante situación se sumó la llegada del coronavirus, por lo que mayoría arribó al tercer año del sismo con la esperanza de que la reconstrucción y la posterior entrega de sus viviendas ocurriera, aunque no siempre ha sido así.
«Las autoridades decían: ‘quédate en casa, pero ¿cuál casa? sino tenemos donde vivir», dijo este viernes en entrevista con Efe, Trinidad Godínez, una mujer de 60 años que vivía, junto con su madre, en un edificio de seis niveles y doce departamentos en la pujante colonia (barrio) Condesa.
«Desde el inicio (el día después del sismo) nos hemos enfrentado a gobierno indolentes, omisos y opacos», denunció.
Días después del sismo, la ayuda y donaciones internacionales de prácticamente todo el mundo comenzaron a llegar a México hasta sumar más de 90.000 millones de pesos (unos 4.300 millones de pesos).
Pero tres años después, muchos damnificados denuncian que los recursos se esfumaron por posible malos manejos.
Tras la tragedia, la atención a los damnificados quedó en manos de la administración encabezada por el hoy exjefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera (2012-2018).
Y tras las elecciones de julio de 2018, la reconstrucción está a cargo del equipo de la actual alcaldesa Claudia Sheinbaum (2018-2024), quien prometió numeras ayudas y cambios.
TLÁHUAC, LA VIDA DEBAJO DE UNA GRIETA
De lo que fue la casa de África García en la colonia (vecindario) del Mar, una de las más afectadas en la alcaldía Tláhuac, solo le quedan los recuerdos, un predio desolado y una enorme grieta que se generó en el suelo de su propiedad aquel día.
«Para nosotros no ha ocurrido gran cosa en tres años y para ellos (gobierno y autoridades) el tiempo no transcurre, estamos casi como al principio, sin solución», dijo a Efe la mujer de 45 años.
Contó que un año después del sismo se llevó a cabo un dictamen en el que «se identificó una grieta, de nivel 4, escalonada, y se determinó que, bajos esos términos, no era posible una reconstrucción y nos iban a reubicar».
La casa «era insalvable» ya que resultó muy dañada. Construida a dos niveles «quedó inclinada y hundida y se tendría que demoler», acción que llegó meses después del dictamen.
Sin casa, la situación de África y su familia, su esposo y tres hijos, el menor es un destacado jugador de baloncesto que a sus 12 años es seleccionado nacional, se volvió preocupante con la llegada del coronavirus.
«La pandemia nos complicó todavía más. Nos decían quédate en casa, pero no tenemos casa y tenemos que manifestarnos, que nos escuchen porque se han olvidado que faltamos miles de damnificados por regresar a sus casas», expuso.
CONDESA, UNA VIVIENDA HABITABLE
Unos 35 kilómetros separan la colonia del Mar en Tláhuac, de la acomodada colonia Condesa, en la alcaldía de Cuauhtémoc, otra de la zonas afectadas por el terremoto y en la calle Amsterdam, en cada oportunidad que tiene, Trinidad Godínez revisa los avances en su edificio, cuyos daños le acreditaron una rehabilitación.
«Bajo estas condiciones la vida pasa muy lento y tres años, para nosotros, ha sido mucho tiempo» y hemos tenido «que cambiar de vida», apuntó Expuso.
Aunque el edificio estuvo a punto de ser demolido ya que, según la mujer, las autoridades pretendían construir uno nuevo y agregar más departamentos, los vecinos reclamaron ese proceder y finalmente fueron relegados al listado de inmuebles a reparar.
«Llevamos un año de retraso y todavía no hay fecha para cuando pudiera terminarse y ser entregado», explicó Godínez.
Para la mujer, las constructoras están protegidas por las autoridades y ven el negocio antes que la emergencia.
INSURGENTES NORTE, 160 DEPARTAMENTOS
Beatriz Rojas, al igual que los propietarios de más de 160 departamentos en Insurgentes Norte 1260, invirtió en promedio 1,5 millones pesos (poco más de 70.000 dólares) en un departamento que no ha terminado de pagar y que prácticamente era nuevo.
El conjunto residencial, construido en 2013, se resintió el día del terremoto. «Aparecieron todos los vicios ocultos de la construcción», contó a EFE la mujer, quien forma parte del colectivo Damnificados Unidos.
Con la entrega programada para esta semana, los vecinos del enorme condominio se enteraron una semana antes que tendrán que esperar a octubre.
La inmobiliaria «Quería entregarnos primero los departamentos y posteriormente áreas comunes y no aceptamos», dijo Rojas, y recordó que esa misma situación vivieron cuando se construyó el edificio.
COAPA, NUEVA CASA Y NUEVA VIDA A LOS 60 AÑOS
En medio del caos que generó este terremoto -que se llevó la vida de 369 personas en total y 228 solo en la capital- en la Ciudad de México también hay historias con final feliz.
Tras la sacudida de aquel día, Leticia Escobedo, de 66 años, y su hija salieron corriendo de su casa y al regresar encontraron numerosas grietas en la vivienda, ubicada en la zona de Coapa, en el sur de la capital.
«Con el paso de los días las aberturas aumentaron y nos dimos cuenta que vivíamos con mucho miedo y en gran peligro», contó la mujer.
Un estudio fotográfico, su único sosten y cerrado por la pandemia, fue el refugio de la mujer y su esposo durante buena parte del día. Pero en la noche, cuando iban a dormir, la cruda realidad se imponía.
En 2018, meses después del sismo, Leticia se encontró con representantes del Gobierno capitalino que buscaban viviendas dañadas, les platicó de su casa, la revisaron y días después comenzaron los trámites para ser candidatos a una reconstrucción.
Reconoció que la construcción de la casa superó sus expectativas y dijo que aunque existe mucha polémica con el Gobierno capitalino por lo lento de la reconstrucción, en su caso el resultado ha sido increíble.
«Para nosotros fue como volver a empezar y fue una recompensa a todo lo que sufrimos», dijo.
LA RECONSTRUCCIÓN, HASTA 2022
«Cuando nosotros tomamos la reconstrucción no se había entregado una sola vivienda», dijo en entrevista con Efe César Cravioto, titular de la Comisión para la Reconstrucción de la capital, quien estimó que para el mes de diciembre habrán entregado alrededor de 7.200 viviendas unifamiliares.
Mientras que en el caso de los multifamiliares o condominios, que suman 370 con afectaciones, a este 19 de septiembre se llegarán con 100 edificios entregados. Y para finales de año, continuó, esperan entregar el 75 % de los condominios reconstruidos, dejando para 2021 el 25 % restante.
«Estimamos que en 2021 terminaremos toda la reconstrucción y quedarán algunos edificios por entregar a inicios de 2022», concluyó.