Aguascalientes.- El abandono de los padres es una de las causas por las que adolescentes se quieren quitar la vida, con frecuencia se provocan lesiones en su cuerpo como un llamado de atención y un grito de auxilio ante la situación de tristeza y depresión que, en muchos de los casos, sus papás no advierten.
Este tipo de casos es cada vez más frecuente, en lo que va del año se han registrado cerca de 30 casos de jovencitos que se han acercado a pedir ayuda, porque ya no soportan la situación de maltrato y abandono que viven en sus hogares.
La institución tiene documentados casos de menores que han intentado suicidarse en varias ocasiones, jovencitos de secundaria y bachillerato, quienes se atrevieron a acudir en busca de ayuda, porque en realidad lo que quieren es dejar de sufrir.
Entre los casos se han detectado menores que no tienen sentido de pertenencia en su hogar, pues son víctimas del divorcio de sus padres y no se sienten “ni de aquí ni de allá”, es decir, no están a gusto ni con el papá ni con la mamá, porque padecen el rechazo de ambos simplemente por tener el parecido, ya sea del padre o la madre.
“No soy de aquí ni de allá; mi papá me dice que me parezco a mi madre, y mi mamá me pide que me vaya, porque soy igual que mi padre”, refiere uno de los menores, quien padece la falta de atención como muchos menores y adolescentes que están pagando las consecuencias de un divorcio y la incapacidad de sus padres de ponerlos a salvo de esas consecuencias.
Actualmente, un promedio de 24 casos está en atención tras haber sido ubicados en código rojo, sus padres han sido reprendidos por la falta de interés en sus hijos que están solos y carentes de atención y amor.
A pesar de sus condiciones, desean echarle ganas en la vida, y aunque han presentado ideación suicida, quieren salir adelante.