Madrid, 4 may. (EFE).- Si Jennifer López, Alessandra Ambrosio, Gala González, Sienna Miller o Chiara Ferragni son grandes defensoras de los «leggins» durante la cuarentena; Emma Roberts, Kate Middleton y Julia Roberts han preferido los vestido midi, una prenda que respira optimismo, más ahora, en la era postcoronavirus.
Los «leggins» nacieron en la década de los 60 como una prenda liberadora y cómoda para las amas de casa, después resultaron esencial para brillar y bailar en míticos clubs como Studio 54 y, ahora, el confinamiento por la COVID-19 los ha convertido en uniforme de batalla, en prenda estrella que lo mismo sirve para teletrabajar, ver una película o hacer deporte.
Esta prenda versátil y multiusos, que a lo largo de la historia ha despertado pasiones y odios a partes iguales, «tiene el don de resultar tan elegante como vulgar», ha explicado este lunes a Efe la experta en comunicación de moda, Pepa Fernandez.
Los «leggins» se han convertido en la prenda comodín de la cuarentena de celebrities, «influencers» y mujeres anónimas, según se ha podido ver en las redes sociales. Un dato que confirma la consultora Edited, cuando dice que en España la prenda «más vendida online son los leggins», por delante del vestido midi.
Si echamos la vista atrás, en la década de los 70, los «leggins» abandonaron el hogar y se olvidaron del gimnasio para instalarse en la noche, donde se convirtieron en prenda esencial para bailar: Famosos fueron los modelos metalizados y brillantes de Olivia Newton-John o Cher.
Estos pantalones cómodos y ajustados también sedujeron a los hombres, quienes se sentían más libres y también podían innovar en sus estilismos, era el caso de Rod Stewart o David Bowie.
En los años 80, gracias a la actriz Jane Fonda y a la serie de televisión Fama, los «leggins» copaban todos los gimnasios hasta que, en la década de los 90, Madonna mostró el lado más sexy de estos pantalones luciéndolos por debajo de la rodilla combinados con americanas amplias.
A pesar de los años y de que han desempeñado distintas funciones, los «leggins» siguen siendo una prenda arriesgada, informal y con alma rebelde en todo el mundo.
Tantos han sido los pares de «leggins» que se vendieron durante las décadas de los 70, 80 y 90 que la sociedad se cansó de ellos. El mundo ha tenido que sufrir un confinamiento para volver amarles, desearles y verles con buenos ojos.
Su reinado ha vuelto de la mano de Rosalía, que se ha decantado por modelos con llamativos logos. Kendall Jenner, Gigi Hadid o Rihanna los han lucico con «tops» de deporte, sudaderas amplias o tacones. Kim Kardashian y Gwyneth Paltrow también se han dejado seducir por esta prenda, comodín del confinamiento.
El vestido midi es otra de las prendas favoritas de la celebridades durante el confinimiento, una prenda que aporta optimismo y esperanza en esto días encerrados en casa por la COVID-19.
Es tal la comodidad y elegancia que aporta que Kate Middleton no ha dudado en vestirlo durante el confinamiento, prueba de ello es el modelo azul claro con flores que lució, durante los aplausos a los sanitarios hace unos días a la puerta de su residencia en Anmer Hall, un modelo que rápidamente se agotó en la tienda online.