Es cierto: 30 millones de votos son muchos. Aun así no deben bastar para volver loco a nadie. El Presidente López Obrador se mira enloquecido por el poder. Citar aquí a Shakespeare es desmesura, pero en más de un sentido el tabasqueño se está pareciendo a esos reyes con la razón perdida que describió en sus dramas el escritor inglés. La soberbia y la ira lo obnubilan; lo ciegan el despecho y el rencor. Su acción en contra de Loret de Mola, a más de ser abiertamente violatoria de la Constitución y las normas fiscales, fue más allá de los límites de la decencia y la civilidad. Se trata de una venganza personal elemental y burda. Seguramente todos los presidentes han transgredido la ley en el curso de su administración. Los mexicanos jamás hemos vivido en un estado de Derecho. Sin embargo esas transgresiones se han hecho generalmente por abajo de la mesa, a ocultas. Cuando López dio a conocer los ingresos económicos del periodista, con datos obtenidos -eso es obvio- de una oficina hacendaria, lo hizo sin recatarse, en público de la gente como dice el corrido de Argumedo. Cada día se pone más de manifiesto lo absolutista, por no decir lo despótico, del régimen que preside el Caudillo de la 4T. En una democracia el ataque ilegal a un ciudadano constituye una agresión a todos los ciudadanos. El modo de actuar de AMLO amenaza a la totalidad de los mexicanos. Cualquiera puede ser la próxima víctima de la vesania presidencial. Vesania es furia, pero es también demencia. Y los rencores y venganzas del Presidente están rozando ya los límites de lo demencial, pues es locura violar la máxima ley por una inquina personal, y hacerlo además abiertamente, sin tomar en cuenta para nada la legalidad. Inútil es sugerir que alguien con cordura y conocimiento de las cosas asesore al Presidente y lo contenga cuando va a incurrir en uno de sus cada día más frecuentes desatinos. Ya se sabe que el tabasqueño sólo hace caso de sí mismo y de su círculo cercano, el mismo que lo ha llevado a cometer algunos de sus actos más absurdos. Desde luego no acabarán aquí esas muestras de imprudencia y falta de contención personal. Las muchas y muy costosas dádivas que ha otorgado el Presidente le aseguran apoyo por encima del bien de la Nación. Ante una situación así los ciudadanos debemos reaccionar siempre con la fuerza y convicción que mostraron innumerables mexicanos tras de la arremetida presidencial contra Loret. Haber elegido como Presidente a López, grave error cometido en el ejercicio de la democracia, nos ha llevado a la antidemocracia. Defendamos con todos los recursos legales y pacíficos los valores de la libertad, la democracia y la justicia. Protestemos ante las embestidas del poder contra las personas y las instituciones. Para México y los mexicanos las dictaduras caudillistas deben ya ser cosa del pasado. Doña Macalota le comentó a una vecina: “Van tres días que Chinguetas mi marido falta de la casa. Lo he buscado en todas partes y no lo hallo”. Sugirió la vecina: “¿Por qué no denuncias su desaparición a la policía?”. “¡Oh no! -se asustó doña Macalota-. ¡Ellos sí lo encuentran!”. Afrodisio cortejaba con aviesas intenciones a Floribel, hija de familia, muchacha de buena sociedad. Ella resistía su asedio y lo rechazaba una y otra vez, mas tanto insistió el labioso galán que por fin ella cedió a sus solicitaciones. No obstante puso una condición. Le dijo: “Pero lo haremos en la posición que los americanos llaman standing up, o sea de pie”. “¿Por qué?” -se sorprendió Afrodisio. Explicó Floribel: “Porque le prometí a mi mamá que no me acostaría con ningún hombre hasta que me casara”. FIN.
MIRADOR
Conforme se acerca a la que antes se llamaba vejez y ahora se llama tercera edad, Malbéne, el maestro lovaniense, parece gustar más de la polémica. No sólo ha dicho que el Purgatorio es la mayor fuente de ingresos que en la historia del comercio se ha inventado: también afirma que inspirar a los humanos el miedo a la muerte es uno de los principales objetivos de los clérigos, que luego pueden vender más fácilmente la esperanza de la salvación.
“He observado -afirma el controvertido teólogo en su más reciente artículo para la revista Lumen- que en general los ateos enfrentan el trance de la muerte con más serenidad que muchos creyentes. Aquéllos piensan que van a un sueño sin final; éstos temen comparecer ante un juez que lo mismo puede darles un eterno premio que condenarlos a un castigo que durará toda la eternidad”.
Yo no soy particularmente devoto de Malbéne. Gusto más de Guardini, Maritain o Garrigou-Lagrange. Aun así confieso que me perturban sus disquisiciones. Con inquietud reseño siempre sus artículos. Y él se alegra. Dice: “Mi misión es inquietar”.
¡Hasta mañana!…
MANGANITAS
“…Muy delgadas las paredes de
las viviendas de interés social…”
A su esposa le pidió
un señor lo que sabéis,
y se oyó decir en seis
casas: “Esta noche no”.