La embestida del Gobierno Federal contra las ONG’s con el supuesto de “combatir la corrupción”, pone en riesgo la operación de aquellas organizaciones de la sociedad civil que sí persiguen el real objetivo de apoyar a los sectores más desprotegidos, y que a pesar de que operan de manera ordenada y honesta, les tocará pagar los platos rotos.
Este tipo de agrupaciones se encargan de cumplir con labores comunitarias que el gobierno no atiende, sin embargo al recortarse el porcentaje de donativos que puede hacer la Iniciativa Privada a dichas organizaciones, podría significar la desaparición de muchas y el desamparo de muchos grupos que el gobierno no voltea a ver, advirtió Marco García Robles, director de VIHDA.
Entre los más afectados se encuentran los grupos o poblaciones que difícilmente atiende el gobierno, tal es el caso de las trabajadoras sexuales, las personas trans o de la diversidad, quienes difícilmente encontrarían ayuda en un centro de salud.
Lo mismo ocurre en el tema de las adicciones, ya que infinidad de jóvenes reciben apoyo en organizaciones de la sociedad civil y ahora ante el riesgo de desaparición de las agrupaciones, podrían quedar a la deriva.
Marco García Robles, director de VIHDA, sostuvo que ante las acciones que pretende implementar el Gobierno Federal, infinidad de instituciones de asistencia privada, a las cuales el Gobierno Federal las pone a nivel de criminales, finalmente terminarán por bajar cortinas.
Por ende, si el objetivo es combatir la corrupción que pudiera existir en algunas agrupaciones, se debe actuar sobre los casos precisos y no afectar a todos los que en realidad cumplen con una importante labor social.
“Si han detectado que una organización es fuente de corrupción o que se utiliza para disfrazar, por ejemplo, una causa partidista, lo cual ha sucedido, que se vayan contra ellos, ya que existe una normatividad y no se puede tachar de corruptas a todas, cuando son entes auditables”, concluyó.