México, 17 sep (EFE).- Los defensores del pueblo u ómbudsman deben ser independientes, aunque sean «molestos» o «incómodos» para las personas en el poder en México y España, expresó este martes Álvaro Gil-Robles, director de la Fundación Valsaín y exdefensor del Pueblo español (1988-1993).
Gil-Robles, quien fue el primer Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa (1999-2006), criticó a los políticos que desacreditan a este tipo organismos en el foro «Origen y Evolución de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos: El caso de España y México», organizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
«Hace falta efectivamente que las personas respondan a la función y para eso la grandeza de los parlamentos y de los políticos es aceptar que, dentro de la lealtad política e institucional, al frente de instituciones como estas tienen que estar personas independientes y responsables», señaló Gil-Robles.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha cuestionado en los últimos meses el actuar de la CNDH, a la que, incluso, ha acusado de «guardar silencio» y ser «cómplice» cuando el Estado «era el principal violador de los derechos humanos».
En particular, el mandatario ha calificado de «lamentable» y «vergüenza» algunas recomendaciones del organismo a algunas dependencias gubernamentales en relación al Programa de Estancias Infantiles -que subvencionaba a privados para gestionar guarderías- que el nuevo Gobierno canceló como parte de su plan de austeridad y de lucha contra la corrupción.
Las declaraciones de Gil-Robles también ocurren en un contexto en el que el Senado mexicano tiene hasta el 5 de octubre para publicar la convocatoria para la designación del próximo titular de la CNDH, quien asumiría el puesto el 16 de noviembre.
El exdefensor español argumentó que los ómbudsman no están en el cargo para «ser amigos» de los políticos y defendió las acciones de la CNDH y su actual presidente, Luis Raúl González Pérez, quien ocupa el cargo desde el 2014.
Durante su intervención, el ómbudsman mexicano pidió defender al organismo de algunos intentos de cambiar su «naturaleza», como las «pretensiones» de ciertos políticos de reformar la institución para que sus recomendaciones sean vinculantes, lo que promovería «su judicialización».
«Seremos incómodos cuando observemos que se violentan los derechos humanos, cuando se rebasen los límites de la actuación del poder. No somos adversarios, las instituciones públicas defensoras de derechos humanos, de los gobiernos», indicó González Pérez.
En el evento, también se rindió homenaje al mexicano Jorge Carpizo McGregor, quien fundó en 1990 la CNDH gracias a la colaboración e influencia de Gil-Robles.