Por ir en pos de una gubernatura, la de Sonora, es que Alfonso Durazo Montaño, ex-secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, dejó su alta responsabilidad.
El político tiene larga trayectoria en el servicio público, desde tiempos en que era secretario particular del malogrado candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta; después, se unió a la campaña presidencial del panista Vicente Fox, y posteriormente regresó de la mano de Andrés Manuel López Obrador a la escena política, donde desde el inicio del sexenio se hizo cargo de una de las carteras más importantes a nivel federal, la de Seguridad.
Pero su salida del Gabinete deja tras de sí un cúmulo de denuncias por su mal trabajo en la neurálgica área, pues no dejó buenas cuentas, entregando un país convulso, manchado por la sangre que baña a la nación de frontera a frontera, aunque él asegura que hizo lo que pudo, por lo que ahora se retiró para ser gobernador del Estado que lo vio nacer.
Ante la anunciada salida, el presidente Andrés Manuel López Obrador nombró a la sucesora de Durazo, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, con amplia trayectoria, pero con pocos antecedentes en la materia, pues actualmente es la coordinadora general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Pero el tema de la seguridad en el país es un tema candente, no olvidemos que hace poco más de cuatro meses Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, fue víctima de un fallido atentado cuya autoría se la adjudicó un cártel del narcotráfico.
O recientemente el anuncio de que la Interpol, la Organización Internacional de Policía Criminal con 194 países miembros, lanzó la ficha roja para localizar a Jesús Orta Martínez y Frida Martínez Zamora, quienes fueron Generales de la Policía Federal, sobre quienes pesa un rosario de denuncias. Esta orden de captura la solicitó la Fiscalía General de la República para investigarlos por el desvío de recursos de 2 mil 500 millones de pesos en la extinta PF por compras irregulares de patrullas, aeronaves y tecnología durante el sexenio pasado, lo que fue denunciado por la actual Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), sí, la misma a la que renunció Alfonso Durazo, quien no cumplió la encomienda que le hizo el presidente López Obrador, y que en su afán de ser gobernador renunció a menos de la mitad del trayecto al encargo que le había sido encomendado.
Esperemos que por el bien del país y la ciudadanía, Rosa Icela Rodríguez Velázquez sepa cumplir el encargo que le dejan en sus manos, pues tiene todos los recursos, pero también todos los retos, para terminar de una vez por todas con la violencia que impera a todo largo y ancho del país.