Washington, 26 jun (EFEUSA).- La Cámara Baja aprobó este martes por la noche, con el apoyo casi unánime de los demócratas y la oposición de la Casa Blanca, un paquete de 4.500 millones de dólares en ayuda fronteriza para lidiar con la presente crisis migratoria.
La medida recibió 230 votos a favor (tres de ellos republicanos) y 195 en contra (cuatro demócratas), aunque ahora debe debatirse en el Senado, de mayoría conservadora.
Los demócratas negociaron durante horas la letra pequeña del acuerdo, ya que sus congresistas más a la izquierda se oponían a financiar un paquete que en un principio había solicitado el presidente, Donald Trump, para sus políticas.
Este sector de los demócratas logró imponer condiciones relativas a salud y seguridad en la manera de invertir los 4.500 millones destinados a los inmigrantes detenidos, lo que provocó la oposición de Trump y una amenaza de veto por parte de la Casa Blanca.
«Hay algunas condiciones, creo, que en realidad son malas para los niños. Hay un par de puntos que me gustaría quitar, pero a la vez necesito el dinero para poder cuidar de los niños y las familias», dijo Trump en declaraciones recogidas por The New York Times.
La líder de los demócratas progresistas, Pramila Jayapal, dio finalmente el visto bueno al proyecto: «No sé ni cómo describir la idea que tenemos que decirles: ‘Tenéis que darles comida y agua a esos niños’. Pero eso es lo que estamos haciendo».
Tan solo se opusieron al proyecto las carismáticas congresistas Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib.
El líder de los republicanos en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, acusó por su parte a los demócratas de «juegos políticos» con la aprobación de este paquete con condiciones.
McCarthy también mostró su apoyo a otro paquete de 4.600 millones de dólares que compite con el aprobado este martes y que avanza en el Senado impulsado por los republicanos.
La aprobación en la Cámara Baja llega días después de que se conociera que la Patrulla Fronteriza tenía encerrados en condiciones insalubres a centenares de niños en una comisaría de Texas, lo que ha provocado una gran indignación en el país.
La frontera sur de Estados Unidos vive desde hace meses una oleada sin precedentes en la última década de migrantes, en su mayoría familias centroamericanas solicitantes de asilo.
Solo en mayo, EE.UU. detuvo en su frontera sur a más de 132.000 inmigrantes, un 30 % más que en abril y la mayor cifra registrada en un solo mes desde 2006.
Estos números han provocado que tanto la Patrulla Fronteriza como el Servicio de Inmigración y Aduanas y el Ministerio de Salud y Servicios Sociales se hayan visto desbordadas para absorber a los migrantes detenidos en sus instalaciones.