La Comunidad para la Diversidad, los Derechos Humanos y la Ciudadanía (CODDEC), conformada por diferentes Asociaciones Civiles, informó que “el tema de la violencia contra las personas de diversidad de género en el ámbito escolar es una constante en Aguascalientes”, principalmente algunas universidades privadas cuentan con mayores rezagos al incorporar medidas de respeto, ya que el Instituto de Educación está limitado a exigir a estas instituciones la misma apertura de aceptación.
Wina Rosas, activista de Cultivando Género e integrante de CODDEC, declaró que las personas de los grupos de diversidad de género aún no cuentan con la protección de sus derechos humanos por parte de las autoridades.
Así mismo, solicitó acciones legislativas para que no exista la barrera de omisión del resguardo de los derechos de la comunidad LGBTQ+ a una vida libre de violencia y educación a los estudiantes, “la revictimización se sigue presentando cuando alguien se atreve a denunciar y cuando las personas acuden a las organizaciones civiles, es porque todas las instancias internas ya se agotaron”.
En este sentido, Wilfrido Salazar, abogado de CODDEC, señaló que se presentan casos en que las víctimas directas al denunciar no les creen y vuelven a tener clases con el maestro que les ejerce la violencia, impactando en sus calificaciones y promedio.
Por otro lado, Héctor Meza Estrada, presidente de la Clínica SURA de diversidad sexual, denunció casos de homofobia y clasismo en una universidad privada, “los alumnos no se atreven a presentar denuncia penal por temor a represalias o que se les pueda detener el proceso de titulación”.
Aseveró que el acoso y hostigamiento son los tipos de violencia que principalmente se ejercen “y se ha presentado la situación en la que se condiciona la entrega de calificaciones a cambio de relaciones sexuales”.
El presidente de la clínica de SURA señaló que los casos de violencia se han presentado principalmente en universidades privadas.
La CODDEC indicó que principal problema es la falta de protocolos eficientes para la incorporación de medidas de respeto de los derechos de las personas que pertenecen a la comunidad educativa de alguna institución privada.
Reconocieron que se ha logrado avanzar, pero no lo suficiente. Para que el IEA meta en cintura a estos centros educativos “es importante que todas las autoridades educativas y de todos los niveles se movilicen, ya que mientras no se concientice acerca de conductas que no están permitidas, no habrá protocolos suficientes que logren un proceso de transformación, como la deserción y rendimiento escolar”.