Aguascalientes.- Comerciantes denunciaron que son objeto de chantaje y extorsión por empleados de empresas autorizadas para calibrar las básculas, por lo que demandaron la intervención de las autoridades de la PROFECO para cancelar la concesión de aquellas unidades de verificación que estén recurriendo a métodos gansteriles para cobrar por la revisión de los equipos.
“Si no aceptamos que la PROFECO nos cobre por la revisión de las básculas, eso menos lo permitimos con las llamadas Unidades de Verificación Autorizadas (UVAS), porque no les reconocemos autoridad y porque además consideramos que los cobros son abusivos e ilegales”, señaló el presidente de la Asociación de Abarroteros y Pequeños Comerciantes, Antonio Hernández Esparza.
En el actuar de los trabajadores de las UVAS hay dolo porque por principio de cuentas se presentan como representantes de la PROFECO cuando en realidad no lo son y luego al no aceptarles su servicio amenazan con la aplicación de multas, cuando la ley no los faculta para ello, por lo que es importante que las autoridades de la PROFECO tomen cartas en el asunto para terminar con ese tipo de irregularidades.
Sobre el particular y luego de sostener que la PROFECO está para defender al consumidor y no para permitir ese tipo de atropellos y tampoco para realizar labores eminentemente recaudadoras como el cobro por la revisión de las básculas, el dirigente de los parvicomerciantes dejó en claro que “los abarroteros no nos oponemos de ninguna manera a que la gente de la PROFECO se presente y revise el estado de los equipos (básculas) y que incluso se sancione en caso que se llegara a que los mismos fueron alterados con dolo o de manera premeditada para afectar a los consumidores, pero en lo que no estamos de acuerdo es en el cobro que pretenden realizar por la revisión”.
“Creo que su trabajo respecto a las básculas, es verificarlas para comprobar que estén calibradas y que los comerciantes den kilos completos, esa es la función única y principal que debe hacer la PROFECO en contra del sector comercio, pero no estamos de acuerdo en que se amenace o se extorsione, como ocurre con el caso de las UVAS”, concluyó.