Aguascalientes.- La depresión y la ansiedad ganan protagonismo en la pandemia Covid-19, se estima que 15 de cada 100 habitantes sufre depresión y la cifra podría ser mayor, ya que algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección que se manifiesta por un estado anímico de nostalgia profunda.
A este problema se suma también la ansiedad, afectando a un 14.3% de la población que vive con algún tipo de trastorno de este tipo, los cuales se han intensificado por la pandemia.
Los trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad han dado un nuevo giro en el escenario de inseguridad y distanciamiento, y la llamada ‘nueva normalidad’ presenta desafíos en varios frentes. La alerta se enciende especialmente porque la depresión es el principal factor de riesgo de suicidio en el mundo.
Según informes del Sistema Nervioso Central de Upjohn México, ante el escenario actual y en este momento en que se contabiliza casi seis meses en el distanciamiento social, los desencadenantes y las señales de alerta se disparan aún más, pues cualquier individuo es vulnerable a las reacciones psicológicas frente a un escenario tan incierto con cambios impuestos y de magnitud global como el que actualmente se vive.
Por lo tanto adultos, jóvenes, ancianos e incluso los niños pueden presentar algún sufrimiento psíquico frente a tanta carga emocional, por lo que contar con información confiable y clara que ayude a prevenir riesgos fatales como conductas suicidas es crucial.
Con respecto a las cifras de suicidio, los jóvenes también se destacan en el ranking mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 800 mil personas terminan con sus vidas cada año en el mundo. Por cada adulto que muere de esa manera, otras 20 personas están tratando de seguir ese mismo camino sin regreso.
Entre los jóvenes de entre 15 y 29 años, el suicidio es la principal causa de muerte.
De acuerdo a datos del INEGI, en 2015 se registraron 6 mil 285 suicidios, lo que representa una tasa de 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes. La tasa de suicidio fue de 8.5 por cada 100 mil hombres y 2.0 por cada 100 mil mujeres.
Ante cifras tan alarmantes, tanto la depresión y ansiedad como enfermedades, necesitan, pueden y deben ser diagnosticadas y tratadas oportunamente para evitar que evolucionen a casos extremos como el suicidio, pues la depresión no es sólo un momento de tristeza y la búsqueda de ayuda es necesaria y el punto de partida.