Causó preocupación el encabezado de ayer en HIDROCÁLIDO, pues en primera plana se daba cuenta de la “desaparición” de miles de estudiantes, lo que encendió todas las alertas.
Afortunadamente no se trata de una desaparición como tal, sino el desconocimiento del paradero de más de 7 mil alumnos del sistema de educación básica que ya no están inscritos en alguna de las escuelas o colegios.
Precisamente en los planteles privados se ha notado más esta ausencia, pues con la llegada de la pandemia provocada por el Covid-19, muchos padres de familia ya no pudieron continuar en escuelas de paga, pues muchos o perdieron su fuente de trabajo, disminuyeron el sueldo o simplemente sus negocios o empresas pasan por un mal momento económico, pero no sólo en Aguascalientes sino en todo el país.
Hace ya más de un año que los alumnos han tenido que seguir su educación vía televisión, redes sociales y ya de plano por medio de WhatsApp, que es donde les mandan tareas a realizar en casa y luego mandar las enfadosas evidencias.
En ese lapso de educación a distancia, obligada por las circunstancias, algunos colegios han demostrado carencias tecnológicas, pues no todos han estado a la altura de las circunstancias que estos tiempos requieren y de plano no pudieron ofrecer la mejor opción a sus estudiantes, lo que obviamente desanimó a los padres y decidieron, en aras de ya no pagar por lo que no están recibiendo, calidad, de plano a los hijos los cambiaron a escuelas públicas y obviamente algunas de éstas se saturaron, pues son una excelente opción académica.
Pero otros muchos estudiantes dejaron las aulas para incursionar en el mercado laboral y así ayudar a la economía familiar y hasta personal, pues la situación económica no pinta bien y nunca sobra la ayuda monetaria en casa, porque los gastos siguen, a pesar de la crisis de salud, o mejor dicho, la situación se agrava por esta condición.
A raíz de estos difíciles momentos es que algunos colegios ya de plano anunciaron que la próxima semana se regresará a clases presenciales, eso sí, la decisión se tomó después de que todos sus maestros y todo su personal ya recibió la vacuna anti-Covid, lo que bajaría el riesgo de contagios.
Pero en realidad esto se ve como un intento desesperado de los colegios por sobrevivir, pues en algunos la matrícula bajó hasta la mitad y un negocio, sea de la naturaleza que sea, no puede subsistir así.
Obviamente para que las autoridades de Salud les permitan abrir las puertas a un mayor número de alumnos, los colegios están supeditados a tener todo en regla, obviamente hablando de medidas de higiene, pero hacen hincapié en que el primer filtro sanitario está en casa.
Pues esperemos que esta decisión del regreso a clases sea para bien y los alumnos puedan regresar un poco a la “normalidad” perdida hace ya más de un año, y ojalá esto funcione, pues la pandemia va para largo y tenemos la necesidad de aprender a vivir con ella.