CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 1 (EL UNIVERSAL).-
Las primeras investigaciones arrojan que Matthew Perry no había consumido ni fentanilo ni metanfetamina, dos de las drogas causantes de la epidemia de opioides en Estados Unidos, al momento de su muerte, sin embargo, los investigadores encargados de llevar a cabo su autopsia aclaran que tendrá que pasar entre cuatro a seis meses para que se obtenga la resolución final que indique la causa que desencadenó su deceso a los 54 años, noticia que ha causado consternación generalizada.
A pesar de que el primer informe de la muerte del actor sugería que había muerto ahogado, el forense encargado del caso de Perry asegura que el motivo del deceso no será determinado de forma oficial hasta que se concluyan las investigaciones en torno a su autopsia, dentro de cuatro a seis meses.
Sin embargo, un estudio menos profundo al que el cuerpo del actor ya ha sido sometido indica que su cuerpo no manifiesta restos de narcóticos como fentanilo y metanfetamina. «TMZ» tuvo acceso al informe de estas pruebas iniciales, el cual se llevó a cabo en búsqueda de rastrear drogas ilegales en la sangre de Perry, pero las pruebas resultaron negativas, según reporta el medio estadounidense, el primer en publicar la noticia de su muerte, el pasado sábado 28 de octubre.
Otra de las razones por la que se llevó a cabo este examen toxicológico fue con el fin de desentrañar si el actor de «Friends» llegó a ingerir dosis excesivas de los medicamentos recetados que fueron hallados en su domicilio en Pacific Palisades, hace unos días, cuando agentes policiales encontraron fármacos para tratar la ansiedad, la depresión y los síntomas de enfermedades como EPOC, enfisema y bronquitis enfrascados adecuadamente.
Desde que su deceso se dio a conocer de forma pública, mucho se ha especulado acerca de que la muerte pudo deberse a una sobredosis, debido a que el propio Matthew habló de su lucha en contra de sus adicciones, la cual comenzó en 1997 y, a partir de ese momento, se internó en rehabilitación por más de 17 ocasiones.
Esta versión cobró mayor peso cuando el trascendido de que agentes de la División de Robos y Homicidios del departamento de policía de Los Ángeles se habían involucrado en el caso se dio a conocer, aunque han aclarado que su presencia ha tenido lugar debido a el compromiso de las autoridades en la muerte del querido actor.
Ante estos dichos, fuentes cercanas a allegados del actor, han revelado a medios internacionales, que Perry se encontraba en uno de los mejores momentos de su vida, pues se encontraba «limpio» y «más feliz que nunca».
De hecho, en una historia publicada ayer por «TMZ» se informó que, entre las pertenencias del actor, la policía encontró tabletas que ayudan a combatir el consumo de tabaco, lo que sugeriría que estaba realmente comprometido con emprender un estilo de vida más sano.