En últimas décadas, científicos han detectado miles de planetas lejanos, pero ninguno como TOI-849b pues este planeta rocoso – de acuerdo de la NASA – no debería existir ya que este coloso es 40 veces más grande que la Tierra – es decir, del tamaño de Neptuno – y orbita en un solo día lo que nuestro planeta tarda en hacerlo en 365.
“No creíamos que un planeta de esas cualidades fuera posible. Y sin embargo, existe”.De acuerdo con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, TOI-849b se encuentra a unos 730 años luz y su nombre proviene de “TESS Object of Interest” ya que fue descubierto con el detector de planetas TESS, un telescopio espacial en órbita con la Tierra.
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Un mundo rocoso en el desierto neptuniano
La mayoría de los planetas extrasolares que conocemos son gigantes gaseosos igual o más masivos que Júpiter y con órbitas muy cerradas, denominados “jupíteres calientes”. Luego están las “supertierras”, planetas rocosos más grande que el nuestro y más pequeños que Neptuno, con órbitas también muy cercanas a su estrella.
Pero si lo que buscamos son planetas del tamaño de Neptuno que orbitan cerca de su estrella, no deberíamos encontrarlos, puesto que la radiación hace que no sean capaces de retener su atmósfera gaseosa. Es lo que se conoce formalmente como “desierto neptuniano”.
Sin embargo, TOI-849b no es el primer planeta prohibido del que tenemos constancia. Es un objeto cuya enorme masa no encaja con su ubicación, pero los científicos tienen varias teorías para explicar por qué está ahí, como recoge National Geographic pues explica – una de sus teorías – que, durante su formación, se topara con una brecha en el disco de polvo y gas que rodeaba a su estrella, se quedará sin material que captar y se estancara.
Vía: GLUC