Durante años se veía venir, y por fin explotó la bomba: es totalmente ilegal el libramiento poniente porque se está construyendo en terrenos robados.
Y así lo comprueba la sentencia que dictó ayer el Cuarto Tribunal Colegiado del Trigésimo Circuito, que por unanimidad de votos resolvió que esta construcción, que supuestamente es la obra magna del actual Gobierno del Estado, debe parar.
Y esto ya se preveía, porque hace apenas unos días este Diario puso en el ojo público la compraventa fraudulenta de los terrenos donde se construye el tramo carretero, porque según denunciaron ejidatarios, les compraron barato y los revendieron muy por encima de su valor.
Segundo, los trabajadores encargados de la obra se quejaron de que no han recibido sueldo desde hace un par de semanas, lo que ha causado profunda inconformidad, y con justa razón, pues de allí sacan lo necesario para el sustento familiar.
Pero también los empresarios se han visto afectados con este proyecto, tanto que incluso se sabe que varios de ellos decidieron no continuar participando en la ejecución de la obra por el incumplimiento en los pagos por parte del concesionario y la falta de apoyo del mismo Gobierno estatal.
Pero ahora las cosas se pusieron todavía más graves con la resolución del Tribunal Colegiado, pues ejidatarios denunciaron que sin previo aviso empezaron a levantar cercas y a construir algunos tramos en sus terrenos, sin ninguna autorización.
Ante tantas irregularidades no se explica la postura del gobernador Martín Orozco, que incluso tuvo la osadía de invitar al presidente Andrés Manuel López Obrador para la “inauguración” de su obra en noviembre, que de ser acatada la sentencia, no se realizará, porque no habrá libramiento carretero.
Este tema todavía tiene mucha tela de dónde cortar, pero se infiere que por la información que oportunamente HIDROCÁLIDO ha puesto a la vista, esta obra no se construirá, pues tiene absolutamente todo en contra, principalmente que no es legal, se vea desde el ángulo que sea.
Si el actual mandatario quería que lo recordaran por su gran proyecto, que según la ley no podrá ser llevado a cabo, esto pasará a ser una mancha más en su desastroso paso como gobernador del Estado.
Y desgraciadamente aquí los damnificados de semejante fraude son los ejidatarios, los constructores, las empresas inversionistas, en sí, todos los involucrados en el megaproyecto que se empieza a diluir, pero los realmente afectados son los habitantes de Aguascalientes, que por las transas de su gobernador, otra vez se van a quedar sin libramiento carretero poniente, que, literal, parece encantado.