Diego Emilio tomó la alternativa como torero en abril de 2017, es un joven con muchos sueños, uno de ellos ya cumplido; Técnico en Laboratorista Clínico, estudiante de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, próximo a graduarse como Licenciado en Relaciones Industriales, quiso ser torero como profesión desde niño, consciente de que es una carrera donde se aprende más de los errores que de los triunfos que ya también ha saboreado.
¿Por qué torero Diego Emilio?
Muy sencillo, mi papá fue novillero y jugar a torear era parte del pasatiempo que teníamos mis hermanos y yo. En mi infancia iba a ver las corridas, pero mi decisión la tomé en el 2010, influyó mucho cuando vi torear al maestro José Tomás, me emocionó mucho su arte, su toreo con tanta quietud. Recuerdo que salimos de la Plaza Monumental de Aguascalientes y le dije a mi papá que quería ser torero, tenía 13 años, estaba convencido de eso.
¿Cuál fue la reacción de sus papás al tomar la decisión a temprana edad?
En realidad no fue fácil, fueron varios días de pláticas y convencimiento, mi papá siempre me ha inculcado el respeto al toro y al toreo, que no es un juego, sabemos que es una profesión donde se puede perder la vida.
Tal vez para mi mamá fue más difícil, pero la verdad es que creo que desde que nací ya había asimilado que algún día saltaría con la idea de ser torero. A ella le agradezco su comprensión y acompañamiento, creo que es la persona más valiente en mi familia y la más importante en mi vida, ha sabido darme la libertad de dejarme ser lo que yo quiero, de seguir mis sueños y estoy muy agradecido con ella.
Sé que es difícil, al principio sé que hubo muchas discusiones con mi papá porque es lógico que le preocupaba, ella no me va a ver cuando toreo porque pasa mucho miedo, pero creo que disfruta mucho cuando me ve triunfar.
Matador, ¿qué siente cuando entra al ruedo, cuando tiene al toro de frente, con un público a la expectativa?
Es difícil expresar las emociones y sensaciones que se tienen, pero a mi edad y con la madurez que tal vez he adquirido en estos años, como torero es un gozo y disfrute estar en una plaza, porque es el lugar en el que me siento más libre, donde mejor me desenvuelvo porque sé que soy dueño del escenario y me motiva mucho el que la gente se interese por verme torear.
¿Cuándo, cómo y dónde empezó a prepararse?
Empecé a entrenar en la Escuela de Espectáculos Taurinos en Aguascalientes, ahí fue mi formación como torero, allí empecé a aprender la técnica con el maestro Manolo Arruza, bajo la dirección de Fernando Lozano y de ahí para adelante mi trayectoria como novillero se desarrolló en México, debuté como novillero en Acapulco, de las plazas que me catapultaron como novillero fueron la San Marcos y la Monumental y unos años después en la Plaza México y en Guadalajara, donde tuve una cornada grave y Monterrey, fueron lugares que me consolidaron como novillero para tomar la alternativa.
El toreo es una combinación de actividad física y arte matador, ¿cómo es su preparación diaria, su entrenamiento?
Hoy en día los toreros tenemos que estar preparados como si se tratara de un deporte de alto rendimiento, porque al final el cuerpo es el mejor instrumento para estar delante del animal y poderlo torear, entonces es muy importante el cuidarse físicamente, hacer ejercicio diario, llevar una buena alimentación. Yo baso mi entrenamiento en lo técnico que requiere el oficio, tanto del capote y la muleta para poder con los toros y mejorar el arte, mientras que la parte física me permite estar en forma, tener fuerza y condición delante del toro, pero para mí la preparación más importante es lo mental, porque podrás estar muy fuerte y bien alimentado pero si mentalmente no te encuentras amueblado, cuesta mucho el arte del toreo.
¿Cuál ha sido el aprendizaje en esta carrera?
Los triunfos se disfrutan mucho, pero las tardes que no salen como uno espera son las que más enseñan y las que más miden la vocación. En mi caso han sido muchas las veces en que las cosas no han salido como yo esperaba; como novillero tuve tardes muy importantes que me abrieron muchísimas puertas, pero también hubo otras que también me marcaron y cambiaron la mentalidad. Una vez en la Plaza de Toros México, donde casi se me va un toro vivo, entonces no estaba preparado para ese compromiso, pero me hizo ver que si quería continuar en esto tenía que ser más disciplinado y entrenado.
Este año en la Monumental no fue una buena tarde, pero también hay que ver que los toros no ayudaron y eso no me permitió expresar como yo quería, pero este tipo de cosas son las que me hacen crecer.
Cuéntenos la historia que tiene también con su apoderado.
Estoy muy ilusionado, pues aunque ha habido personas que han cuidado de mi como torero, ahora que volví de España para esta corrida de la Feria Nacional de San Marcos lo hice solo, pero en una ganadería tuve la fortuna de toparme con Víctor Galindo, una persona que ha sido un profesional en el mundo de los toros, que ha estado a cargo de muchos toreros importantes y se dio la relación de apoderamiento, me siento muy contento porque confío mucho en mí, pero también necesito que alguien confíe, y veo que él tiene una fe en mí, me ha demostrado y me ha dicho que estará conmigo en las buenas y en las malas. Si bien mi tarde en la Feria Nacional de San Marcos 2019 no fue de triunfo, éstos vendrán y sé que con Víctor haré buen equipo y podemos ir caminando en esta profesión.
Diego Emilio, eres exclusivo del toreo o dedicas tiempo a algún pasatiempo o a los amigos?
La verdad me considero de pocos amigos, no porque sea sangrón ni mucho menos, pero mi círculo es muy cerrado. Me gusta ir al cine, cantar aunque soy muy malo, me gusta hacer magia, es un hobbie que mi abuelo me enseñó y me gusta tener actividades como cualquier chico de mi edad. Me encanta jugar ajedrez, futbol, salir con mis amigos, pero la verdad es que la mayor parte de mi día y de mi vida está dedicada al toro; en el momento que no estoy con el toro disfruto mucho estar con mi familia y con mi gente. Me encanta viajar, cada que puedo lo hago, me gusta viajar de mochilero, me gusta hacer cosas que me hagan estar en sintonía con mi persona.
¿Cuál es el plan más inmediato?
Mira, me quedé tal vez con las ganas de haber toreado como novillero en España, ahora de matador de toros es mi idea, seguir soñando en grande y regreso el 15 de mayo a Madrid, a seguirme preparando allá y con la fe y esperanza de abrirme una oportunidad, con la esperanza de poner en alto el nombre de Aguascalientes.
Diego Emilio Rangel Contreras
Nació en Aguascalientes, Ags., el 14 de junio de 1996
Papás: Pedro Rangel Gutiérrez “Carnicerito” ex-novillero, ahora mecánico automotriz
Silvia Contreras Aldana, contadora
Primaria: Jean Piaget
Secundaria Técnica No. 1, donde pasé mis años más bonitos
Preparatoria: CBTIS 168, estudié Laboratorista Clínico
Educación superior: Licenciatura en Relaciones Industriales en la UAA.
Como torero su preparación inicial fue en la Escuela de Espectáculos Taurinos en Aguascalientes.
Debutó como novillero en la Plaza de Torosa “Caletilla” de Acapulco, Guerrero, el 22 de enero de 2012.
El 7 de julio se presentó en la Plaza de Toros México.
Tomó la alternativa el 16 de abril de 2017 en la Plaza de Toros Monumental de Aguascalientes.
Premios:
Oreja de Plata en la Feria Nacional de San Marcos de 2013, la última otorgada
Cristo Roto, que entrega la Peña Taurina México-España
“Manuel Capetillo” en la temporada 2015 en la Nuevo Progreso de Guadalajara
triunfador en el Certamen Novillero Monumental en 2015 en Plaza San Marcos en Novillada de Calaveras.
El Escapulario de Plata en 5 Villas, Texcoco
La Mejor Estocada del Año 2012 en Plaza de Toros San Marcos
Entre otros reconocimientos y premios significativos.