México, 12 dic (EFE).- Los diputados mexicanos rechazaron este jueves una reforma constitucional para reducir en 50 % los recursos públicos que reciben los partidos políticos nacionales, una de las principales promesas del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Con 274 votos a favor y 207 en contra, Morena no alcanzó la mayoría calificada de dos terceras partes necesarias para modificar la Constitución, en este caso el Artículo 41, por la fractura de sus aliados y por la unidad de los partidos opositores, que argumentaron que la reforma debilitaría la democracia.
«Es un mecanismo más utilizado por el grupo mayoritario y el titular del Ejecutivo federal para asfixiar hasta el exterminio nuestro sistema de partidos políticos. El Partido Acción Nacional (PAN) ha señalado la importancia de contar con un sistema democrático fortalecido», argumentó el legislador Iván Rodríguez.
El dictamen buscaba reducir del actual 65 % al 32,5 % la Unidad de Medida y Actualización (UMA) que se multiplica por el número de ciudadanos en el padrón electoral para definir el financiamiento para las organizaciones políticas.
Los partidos tienen presupuestados más de 5.000 millones de pesos (262 millones de dólares) para el próximo año, lo que los promotores de la reforma consideran «demasiado costoso».
«Están diciendo que los recursos desaparecerían. Nadie niega que los recursos son necesarios para el mantenimiento de una democracia, pero somos el país en el que más cuesta el voto por individuo. Tampoco negamos que los partidos son indispensables», justificó la diputada Tatiana Clouthier, coautora de la iniciativa.
Para el rechazo de la reforma fue clave el voto en contra del izquierdista Partido del Trabajo (PT), aliado de Morena en el Congreso, pero cuyos legisladores rechazaron la medida por considerar que pondría en riesgo su supervivencia.
En cambio, los diputados del conservador Partido Encuentro Social (PES), también aliado del partido gobernante, votaron por la medida pese a considerar que «se quedaba corta».
«El ideal es cero financiamiento a los partidos políticos. Que esos 5.000 millones que le cuestan anualmente a la gente se destinen a combatir la inseguridad, a promover el turismo, a fortalecer el nuevo sistema universal de salud», expuso Iván Pérez, del PES.
Los legisladores de Movimiento Ciudadano (MC) denunciaron que la iniciativa «era un simulación» porque buscaba beneficiar a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Primero se pretende que el partido gobernante haga una simulación de austeridad ante la opinión pública. Y segundo, se extiende al ámbito de partidos políticos la estrategia del partido gobernante de ahorcar a sus opositores», sostuvo la diputada Julieta Macías.
López Obrador ha insistido varias veces que los partidos deberían llegar a un acuerdo para devolver el 50 % de los recursos asignados este año.
«Con los que voluntariamente lo hagan (la devolución) se busca un mecanismo» para el proceso, apuntó el mandatario en agosto durante su conferencia de prensa matutina.
Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, entregó este martes al Instituto Nacional Electoral (INE) una carta en la que el partido afirma renunciar al 75 % de sus prerrogativas, lo que equivale a 1.240 millones de pesos (65,1 millones de dólares).