Salzburgo (Austria), 22 ago (EFE).- Plácido Domingo retoma sus actuaciones el próximo día 25 con la ópera concertante Luisa Miller, de Verdi, en el Festival de Salzburgo. La estrella de la lírica regresa así tras las recientes acusaciones de abuso sexual, a uno de sus escenarios más queridos.
Los ensayos de Luisa Miller se llevan a cabo en el Großes Festspielhaus con la máxima discreción para evitar que la polémica robe todo el protagonismo a la obra.
La pieza estará dirigida por James Conlon y actuarán junto al ahora barítono español también Roberto Tagliavini, Piotr Beczala, Yilia Matochkina y Nino Machaidze, entre otros.
La soprano georgiana Machaidze ha publicado en sus cuentas en las redes sociales una foto tras el primer ensayo del lunes en la que aparece junto a Plácido Domingo y otro de los cantantes del recital.
Machaidze, una habitual en la Ópera de Los Ángeles, de la que el famoso cantante español es director general, asegura en su cuenta de Instagram que Luisa Miller es una obra «mágica» y muestra su alegría por compartir el escenario con un elenco que define como una «familia».
«Estoy siempre muy contenta de cantar este papel, especialmente cuando los compañeros son gente tan fantástica y tan increíbles músicos, además de ser grandes amigos y unos seres humanos maravillosos», escribió la soprano georgiana.
Domingo, de 78 años, ha desarrollado una relación muy estrecha con el Festival de Salzburgo desde su debut allí hace 44 años, y el año pasado fue el escenario en el que interpretó su personaje número 150: algo inédito en el mundo de la ópera y que da muestra de su versatilidad.
El público de Salzburgo siempre ha sentido predilección por Domingo y en 2015 el Festival celebró por todo lo alto el 40 aniversario de su debut en el certamen.
Los caminos del veterano artista lírico y Salzburgo se cruzaron por primera vez en 1975, cuando el tenor ya era una voz prestigiosa que había pasado por los teatros más importantes del mundo.
Su debut en el Festival fue en el papel principal de la ópera «Don Carlo», de Giuseppe Verdi, dirigida por el legendario Herbert von Karajan (1908-1989), una actuación con la que Domingo se ganó la admiración del público.
Si ser invitado a participar en el prestigioso Festival de Salzburgo es uno de los mayores reconocimientos para un músico, ya que reúne a los mejores intérpretes de la música clásica, llevar 44 años siendo un habitual es algo reservado sólo a muy pocos.
Domingo ha sido uno de los favoritos de los melómanos tanto en sus papeles como tenor como en sus actuales de barítono, entre ellos el del soldado retirado Miller, padre de Luisa, que encarnará el próximo domingo y el 31 de agosto en la ópera de Verdi.
Salzburgo fue también el escenario en el que reapareció, en agosto de 2013, después de sufrir una embolia pulmonar un mes antes, y el público le agradeció su vuelta a las tablas con un largo aplauso que conmovió a Domingo casi hasta las lágrimas.
Estos precedentes y una larga y prolífica relación de más de cuatro décadas sirven para explicar por qué el Festival de Salzburgo fue el primero en defender públicamente a Domingo pocos horas después de publicarse una información con acusaciones sexuales en su contra de la agencia estadounidense Associated Press (AP).
Según la nota de AP, ocho cantantes y una bailarina, todas de forma anónima excepto una, denunciaban que habían sufrido acoso sexual hace unas tres décadas por parte Domingo, quien se defendió alegando que siempre creyó que sus «relaciones» eran «bienvenidas y consensuadas».
Algunas de las denunciantes sostienen que Domingo perjudicó su carrera en el mundo de la música como castigo por rechazarle.
Helga Rabl-Stadler, presidenta del Festival de Salzburgo, respaldó de forma personal a Domingo tras conocer las acusaciones.
«Conozco a Plácido Domingo desde hace más de 25 años. Desde el principio me ha impresionado, junto a su capacidad artística, sus modos respetuosos con todos los trabajadores y trabajadoras del Festival», señaló Rabl-Stadler.
La presidenta del prestigioso festival aseguró que para ella rige el «in dubio pro reo», una locución latina que expresa el principio de que ante la falta de pruebas se debe favorecer al acusado.
«Considero objetivamente incorrecto y humanamente irresponsable tomar un juicio definitivo en este momento», indicó la responsable del Festival sobre la decisión de mantener la actuación de Domingo en Luisa Miller.
Esta posición respecto a Domingo, pocas horas después de difundirse las acusaciones, se extendió a otros importantes escenarios europeos, que mantienen las actuaciones del músico planeadas para este año y el próximo.
En EEUU, por el contrario, se han producido anulaciones y la Ópera de los Ángeles ha anunciado una investigación encabezada por una experta independiente.
Entretanto, el hermetismo más absoluto envuelve al cantante, que no ha hecho ninguna declaración salvo una respuesta por escrito a AP, por lo que su actuación el Domingo ha creado una gran expectación, dado que se prevé que sea su primera aparición en público tras el impacto causado por las acusaciones.
Por Luis Lidón