El Presidente de Estados Unidos y su esposa Melania dieron a conocer la madrugada de ayer que habían resultado positivos al contagio del temible Covid-19.
Sí, el mandatario que dudaba de la letalidad de la pandemia y que incluso ha sido criticado por su gestión para afrontar este gravísimo problema de salud a nivel mundial, es ahora parte de las estadísticas, que al último corte se reportó que en el país del norte había 7’328,273 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 208,642 fallecidos por la enfermedad.
Factores en contra los tiene todos el siempre polémico Presidente: la edad, su evidente sobrepeso, su ya conocido sedentarismo y su insana afición a ingerir comida chatarra.
En varias declaraciones periodísticas en los últimos meses, el mandatario ha expresado que fue intencional la decisión de minimizar la gravedad del coronavirus en los comentarios públicos para evitar provocar el pánico, pero la población entendió que el problema va más allá de las declaraciones de su máximo dirigente, que en público durante mucho tiempo se rehusó a usar cubrebocas, y por su cuenta empezó a buscar soluciones, a respetar la distancia social, el aislamiento, que por cierto fue tema de confrontación con no pocos gobernadores.
Conocidas de sobra han sido sus peleas públicas contra el máximo dirigente de la Organización Mundial de la Salud, organización a la que incluso le vetó fondos financieros, su abierto enfrentamiento con el principal epidemiólogo de su país, Anthony Fauci, a quien desacredita cada vez que tiene oportunidad y hasta su temeraria declaración de que tomando bactericida se curaba la enfermedad, lo que hizo que no pocas personas se hayan intoxicado, y finalmente, su encarnizado pleito contra el mandatario chino Xi Jinping, a quien acusa de crear y exportar al mundo el coronavirus, que ha causado millones de casos y muertes en todo el mundo.
Pues sí, el polémico hombre oficialmente tiene Covid-19 y preocupó en todos los niveles, a nivel global, el conocer que ayer tuvo que ser hospitalizado y aunque antes de su ingreso a un nosocomio naval, dio un mensaje en video para tranquilizar a su nación, diciendo que está muy bien y se que iba a asegurar de que todo funciona, lo se que vio durante la transmisión en redes sociales fue a un hombre notablemente pálido, lo que preocupó sobremanera.
Los mercados se tambalearon, los declarados enemigos de países tan lejanos como Corea del Norte, o amigos de Brasil, Francia, Japón, El Salvador, o rivales políticos como su antecesor Barack Obama, se unieron para desearle pronta recuperación al presidente del país más poderoso del mundo: Donald Trump.
Al cierre de la edición que tiene en sus manos, el último reporte médico es que el mandatario estadounidense presenta síntomas leves, específicamente tos y fiebre, lo que de ninguna manera tranquiliza a nadie y bueno, pues ya se sabe, la moneda está en el aire.