México, 24 sep (EFE).- Al menos 2 de cada 10 adolescentes en Latinoamérica padecen dermatitis atópica, una afección que causa enrojecimiento y comezón en la piel, y la mitad de ellos podría sufrirla en etapa moderada a grave lo que afecta de manera importante su calidad de vida, alertaron este jueves un grupo de expertos.
En conferencia de prensa virtual, el doctor Francisco Espinosa, pediatra especialista en inmunología y alergia, señaló que en la mitad de los casos la baja autoestima y la depresión que causa este padecimiento puede llevar a ideas suicidas.
La especialista explicó que al menos un 20 % de quienes padecen dermatitis atópica son diagnosticados en la vida adulta, lo que incide en que la enfermedad sea más difícil de controlar.
Además, entre 50 % y 70 % de quienes la padecen tienen consecuencias físicas y emocionales.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria e inmunológica que se caracteriza por comezón intensa, piel seca e inflamación, y la hay de varios tipos: leve, moderada y grave.
Este padecimiento suele afectar la vida de los pacientes no solo a nivel físico, sino también emocional ya que, según el experto, el paciente puede presentar trastornos de ansiedad y depresión.
Generalmente se presenta en edades tempranas, por lo que los niños pueden exhibir mala conducta y bajo rendimiento escolar, mientras que los adultos suelen tener ausentismo laboral y alteraciones del sueño debido a la comezón que produce la enfermedad.
Estos jóvenes, dijo el especialista, tienen afectaciones que van mucho más allá de la presencia de ronchas en la piel, como erupciones en cara, en los pliegues y en cualquier parte cuerpo.
Además pueden causar comezón constante; heridas físicas y emocionales, debido a que la enfermedad es visible y es común que afecte la autoestima del paciente lo que causa ansiedad, depresión y aislamiento, y favorece el uso temprano de ansiolíticos, además de aumentar la tasa de intentos de suicidio.
La doctora Esther Guevara, dermatóloga pediatra y médico adscrito al Hospital Regional Adolfo López Mateos del ISSSTE, señaló que es importante que desde los primeros síntomas los adolescentes y sus padres se acerquen a dermatólogos, alergólogos e inmunólogos.
«Esto con el fin de no retrasar el diagnóstico y encontrar opciones que controlan el padecimiento desde su origen», aseveró.
El tratamiento varía de acuerdo a la severidad de la enfermedad y puede tratarse con dermocosméticos, tratamientos orales o los más innovadores que son biológicos.
Actualmente, en México existen medicamentos autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para dermatitis atópica moderada a grave en adolescentes, los cuales inhiben el proceso inflamatorio desde su origen inmunológico.
Esto impide la inflamación de la piel y los bronquios, al reducir los signos y síntomas desde el primer mes; manteniendo su eficacia a largo plazo.