Bueno, ya pasaron las elecciones y los resultados oficiales estarán en breve; también dicen las autoridades de Salud federal que la pandemia va cediendo, lo que es muy bueno, aunque no hay que bajar la guardia, entonces es tiempo de concentrarnos en otros muchos problemas de la vida cotidiana.
El Estado hoy se despierta con la noticia de que está en el top cinco de las Entidades que sobresalen a nivel nacional por narcomenudeo, según la organización Semáforo Delictivo, lo que hace que en gran medida la incidencia delictiva también vaya al alza.
Pero esta situación no es cuestión de cifras, sino de una realidad que se impone y que está a la vista de todos, que la soslayemos ya es otra cosa.
Y cómo no va subir la incidencia de delitos de todo tipo si la gente está enbrutecida por las drogas de todo tipo; desde el consumidor de marihuana para su uso personal, hasta los grandes narcotraficantes; todos ellos tienen en común el consumo de estupefacientes porque sólo así se explicaría la cadena de delitos que se cometen al amparo de la drogadicción.
Para muestra un botón: un intoxicado sujeto lesionó a su padre, a su cuñado y a una pequeña sobrina y después se suicidó, ello cuando vio el desgarriate que ocasionó.
Y aunque esa es la noticia del día, no son pocas las ocasiones en que ocurren grandes tragedias porque el que las comete no está en sus cinco sentidos.
Es preocupante saber que las drogas en Aguascalientes están a la vuelta de la esquina, pues literalmente se consiguen en todas partes, desde las más baratas hasta las más sofisticadas y que cuestan un ojo de la cara, pero desgraciadamente hay para todo tipo de consumidor.
Y muchos de estos adictos ni siquiera son capaces de proveerse por sí mismos de su vicio y terminan robando en su propia casa cualquier artículo que puedan malbaratar para así continuar con su adicción, además de que cuando hay un drogodependiente en el hogar el entorno se ve afectado en todos los niveles.
Lugares de rehabilitación hay muchos, desde centros especializados en atender adicciones hasta los llamados anexos, donde a base de maltratos “convencen” al enfermo de dejar de consumir lo que les hace daño, aunque en estos sitios también muchos han terminado sus vidas de forma trágica porque a los responsables se les pasa la mano en su afán de ayudar al adicto.
El resultado de las adicciones es el mismo, al subir el consumo de todo tipo de drogas también van al alza todo tipo de delitos, como lo revela Semáforo Delictivo y que poco o nada se ha hecho hasta el momento, pues si el mismo adicto no reconoce tener un problema, no habrá familia, institución o Gobierno que lo convenza de rehabilitarse y como en otros muchos problemas, el adicto lo dejará de ser hasta que tenga el valor de admitir que tiene un problema y que necesita ayuda especializada, mientras tanto seguirán subiendo en el Estado los índices de drogadicción, violencia y delincuencia.